Bettino Craxi asume la cartera del dimitido Pietro Longo
El primer ministro italiano, el socialista Bettino Craxi, ha asumido interinamente la cartera de Presupuestos tras la dimisión de su cargo como ministro presentada ayer por Pietro Longo, secretario general del Partido Socialdemócrata e incluido en las listas de miembros de la logia Propaganda Due (P-2), de Licio Gelli. "Espero que el país", dijo Pietro Longo, "sepa apreciar mi gesto". Y es que Longo nunca ha querido admitir haber pertenecido a la P-2, a pesar de que se conoce incluso el día, la hora y el lugar en que prestó su juramento masónico, la cuota que pagaba y el número de su carné.Craxi ha podido empezar así la difícil tarea de la verifica, nombre con el que se conoce el análisis, con los cinco partidos que sostienen su Gabinete, del primer año de Gobierno de presidencia socialista. Se trata de saber si el Gabinete tiene salud suficiente para seguir adelante cementando algunas grietas o si, por el contrario, como dicen los comunistas, se trata de un Gobierno e incluso de una fórmula política ya agotada.
Por el momento, todo hace pensar que no habrá crisis antes de acabar el verano, porque no la quieren ni la democracia cristiana ni el partido socialista. La DC está muy tranquila tras los últimos resultados electorales. Sabe que tiene más fuerza, que podría exigir de nuevo para ella la presidencia del Gobierno. Pero no lo hace.
Lo cierto es que la democracia cristiana prefiere que, por el momento, sea un socialista quien ocupe el cargo, antes que sacar al PSI las castañas del fuego con medidas económicas impopulares que ella nunca habría podido afrontar sin que se soliviantara la clase trabajadora.
Pero, por el momento, el hueso más duro para Craxi y su partido es el informe (50 kilos de material escrito) enviado por el joven magistrado Carlo Palermo al Parlamento pidiendo que una comisión especial, encargada de examinar si existen las condiciones para que la magistratura pueda proceder contra los altos cargos políticos, juzgue si algunos ex ministros y actuales ministros socialistas han cometido el delito de financiación ilegal del partido a través de operaciones comerciales internacionales. El juez Palermo es el responsable de la investigación más importante llevada a cabo hasta ahora en Italia sobre el tráfico internacional de armas.
El partido socialista ha reaccionado con una dureza increíble, negando rotundamente "la existencia de dichos hechos" y acusando al magistrado Palermo de "difamación y calumnia".
Incluso pide a la magistratura ordinaria que intervenga contra lo que el PSI considera una "campaña denigratoria" contra algunos exponentes socialistas y contra el mismo secretario, Bettino Craxi.
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