El excedente empresarial crecerá este año más del 15% y elevará 1,2 puntos su parte en el producto interior bruto
Los excedentes empresariales aumentarán este año más del 15% sobre los 9,7 billones de pesetas a que ascendieron el año pasado, según las últimas estimaciones de la Administración. Además de casi duplicar la expansión de los salarios o de los precios esperada, elevarán su participación en el producto interior bruto (PIB) desde el 35,8% al 37%, con la consiguiente baja para la renta de los asalariados, que descenderá hasta cerca del 40%. Al mismo tiempo, serán, por primera vez desde que empezó la crisis económica, el principal factor causante de inflación (en torno a los cuatro puntos), bastante por encima dé los costes del trabajo y de otros elementos. No obstante, fuentes de la patronal apuntan que la mejora será en parte absorbida por los costes financieros y por las ganancias de los autónomos, lo cual restará volumen a los beneficios de las empresas.
Las últimas evaluaciones sobre la marcha de los excedentes empresariales superan los planes iniciales del Gobierno, en los que ya se hablaba de que crecieran un 14,4% y elevaran un punto su participación en el valor añadido de la producción de bienes y servicios. Han sido realizadas por el Ministerio de Economía y Hacienda con motivo de la preparación de las negociaciones con sindicatos y patronal para un acuerdo económico y social en los próximos dos años. Pero no han llegado a ser entregadas a las partes.Si se cumplen las nuevas estimaciones, el excedente empresarial será en 1984 el primer factor inflacionario desde el punto de vista de la explotación económica, cuyo reparto no coincide exactamente con el de la renta (para la distribución de la renta hasta 1983, véase EL PAIS de ayer). En esta perspectiva también intervienen, junto a excedentes y costes salariales, la inflación importada por aumento de precios exteriores y tipo de cambio y los impuestos netos ligados a la producción (impuestos menos subvenciones). Desde que empezaron a recuperarse, los excedentes han tenido una importancia creciente, aunque sin llegar a superar a todos los demás factores juntos.
Desajustes
Según fuentes oficiales, durante el presente año habrá una rebaja considerable en la inflación importada (bajará de los tres puntos largos en 1983 a poco más de 0,5) y en los costes salariales (pasarán de cuatro puntos a 2,5), al tiempo que se mantendrá en 0,8 puntos el efecto de los impuestos indirectos menos las subvenciones. Todo lo demás será excedente empresarial: es decir, algo más de cuatro puntos si la inflación baja al 8% a final de año, y una magnitud superior si los precios resultas mayores y el dólar se mantiene.Previsiones similares, aunque algo más moderadas respecto a la evolución del excedente, fueron formuladas con motivo de la elaboración de los Presupuestos del Estado para el presente año. En ellas se basó el objetivo de inflación: un menor crecimiento como el citado en los precios importados y, al mismo tiempo, una reducción real del 2%, en los costes laborales unitarios. Prácticamente, los únicos desajustes con respecto al nuevo cuadro consisten en que la población ocupada no crecerá, como se preveía micialmente, en 182.000 personas (el 1,7%), al tiempo que los costes salariales han aumentado por encima del 6,5% fijado en principio. A efectos de los costes salariales unitarios (la Administración esperaba al principio un aumento del 5,7%. y ahora habla del 5,4%), menor población ocupada significa mayor aumento de productividad (el 2,5% de crecimiento del PIB se mantiene) y, por tanto, menor aumento de costes. Si los salarios crecerán hasta dos puntos por encima de lo previsto, todo lo que exceda un 0,3% de caída en la ocupación irá a engrosar el excedente, pues el coste unitario resulta de restar al aumento salarial la producción por persona o productividad.
No obstante, fuentes de la patronal han señalado que estos datos no tienen consistencia. A su juicio, los costes unitarios crecerán al menos un 6,5%, porque el 8% u 8,5%. que maneja la Administración para las subidas de convenio será en realidad del 9,5% si se cuentan los desplazamientos. Con ello, el peso de los salarios en la cuenta de explotación (41,9%) traduciría su efecto inflacionario en casi tres puntos, en lugar de los 2,5 apuntados desde el Ministerio de Economía.
Igualmente, las fuentes de la patronal resaltaron que en la definición de excedente de explotación se incluyen los costes financieros de las'empresas y las rentas mixtas (las de trabajadores autónomos o empresarios sin asalariados, que son varios millones en España). Es decir, que para llegar al beneficio de las empresas hay que descontar las amortizaciones y los dos citados componentes, que en los últimos años tienen un peso creciente. En efecto, el número de los trabajadores autónomos empezó a crecer notablemente desde 1983 y las empresas están inmersas desde hace varios años en un proceso de saneamiento financiero que les empuja a sustituir recursos ajenos por propios, tras el fuerte saneamiento laboral registrado a finales de la pasada década, cuando alzanzó tasas históricas la destrucción anual de puestos de trabajo.
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