Herri Batasuna califica la oferta negociadora del Gobierno de "represiva" y "políticamente inaceptable"
Dirigentes de Herri Batasuna y la comisión permanente de la Mesa Nacional de esa coalición mostraron ayer públicamente su rechazo a la propuesta de pacificación formulada recientemente por el Ministerio del Interior. El secretario general del Partido Socialista de Euskadi-PSOE, José María Benegas, anunció por su parte, que abandonaría su cargo en el hipotético caso de que el Gobierno contemplara la posibilidad de establecer una negociacíón política con ETA. Subrayó que la propuesta del Ministerio del Interior, tal y como él la interpreta, no contempla en absoluto esa posibilidad, y dijo también que prefiere no utilizar el término negociación cuando se alude a una organización terrorista.La permanente de la Mesa Nacional de HB ha indicado que la oferta gubernamental "posee un carácter policial y represivo y es políticamente inaceptable". En una nota hecha pública en Bilbao, Herri Batasuna ha afirmado que la propuesta del Ministerio del Interior "evidencia de forma clara y diáfana el carácter estrictamente político de la lucha armada de ETA y reconoce explícitamente ante la opinión pública mundial el carácter político de los presos y exiliados de ETA como pertenecientes al movimiento de liberación nacional vasco".
Iñaki Esnaola, diputado y dirigente de la coalición Herri Batasuna, ha indicado en unas declaraciones recogidas ayer por el diario Egin que "el Gobierno ha vuelto a equivocarse de plano al no querer aceptar una verdadera negociación que ponga fin a este contencioso y produzca la normalización de la vida en Euskadi". A juicio de Iñaki Esnaola, el error del Gobierno socialista es el de ignorar el fondo político de la cuestión vasca.
"El PSOE dice que todo lo que hay que negociar está en el marco de la Constitución, y no se da cuenta", señala el diputado abertzale, "que la Constitución española no es de por sí la democracia, sino una forma distinta de entender la democracia, una forma deficiente, según creemos la mayoría de los vascos".
Esnaola indica que la propuesta gubernamental ofrece únicamente una salida militar a un problema político. "Es la paz del vencedor al vencido y yo creo", apunta el diputado, "que ETA se reirá de este planteamiento y apenas le concederá importancia".
Iñaki Esnaola considera además "del género tonto" pedir a ETA que deje las armas sin que se haya planteado una discusión sobre el- marco jurídico político del País Vasco. "El Gobierno socialista, al igual que los anteriores gobiernos de los últimos diez años, supone", afirma Esnaola, "que ha acorralado a ETA y pretende que sus militantes vuelvan a casa dejando el problema vasco tal y como estaba".
A juicio de Esnaola, el Gobierno ha querido reducir el problema vasco a la existencia de ETA, y ese planteamiento ha generado en el País Vasco un amplio movimiento popular que, en su opinión, "defiende los mismos objetivos que ETA, incluso entre gente que está en desacuerdo con los métodos de esta organización".
"Todo esto", asegura Esnaola, "ha causado una gran impresión en el mundo exterior, y el PSOE, sin pretenderlo, ha confirmado así ante todos que el problema de ETA es un problema político, pese a que quiera darle una salida policial".
"Me marcharía"
José María Benegas, secretario general del PSE-PSOE, indicó ayer que la propuesta del Ministerio del Interior no contempla, en su opinión, la posibilidad. de una negociación política con ETA, "tal y como ha manifestado el propio ministro del Interior en Televisión Española. Si el Gobierno admitiera esa posibilidad, que no es el caso, yo", afirma Benegas, "como secretario general del PSE-PSOE, me marcharía a. mi casa, porque el Estado no, puede admitir que en una democracia lo que no se consigue mediante la voluntad popular se logre mediante la utilización del terror"."Otra cosa muy diferente es", añade el secretario general del PSE-PSOE, "que si se produce un cese de la actividad terrorista, el Gobierno estudie medidas de reinserción social para conseguir la paz en Euskadi".
El secretario general del Partido Socialista de Euskadi asegura que no le gusta hablar de negociación con ETA, "porque", afirma, "ese término implica que el Estado admite como interlocutores a los etarras, y eso refuerza su moral".
"Prefiero utilizar", precisa José María Benegas, "el término comunicar a ETA que si cesa en las actividades violentas, puede lograrse la paz mediante medidas de reinserción social". "Esta es la paz que ofrecemos los socialistas, y si los etarras no la aceptan y prosiguen en su locura fanática y sangrienta, lo que hay que hacer es seguir desarrollando con firmeza la acertada política del Ministerio del Interior, mediante la cual", señala el secretario general del PSE-PSOE, "se han conseguido en año y medio avances importantes en la lucha contra el terrorismo y se ha logrado, por primera vez, la cooperación internacional de Europa con España en este terreno".
Por su parte, el presidente del Gobierno navarro, el socialista Gabriel Urralbúru, manifestó ayer en Lanzarote que si "el terrorismo no se acaba en un plazo determinado -unos diez años-, habrá que arbitrar una formula para separar a Euskadi de España", según publicó ayer el diario Canarias 7.
No obstante, Gabriel Urralburu se muestra moderadamente optimista respecto a la erradicación de la violencia en el norte de España y dice que ETA "se encuentra muy debilitada, como lo demuestran las llamadas de sus portavoces directos e indirectos a la afiliación".
La oposición del Partido Nacionalista Vasco a las extradiciones va por el mismo camino, según dijo el presidente del Gobierno navarro. "Para el PNV los delincuentes de ETA siguen siendo refugiados políticos", añadió Urralburu. "El PNV quiere que se actúe con ellos como si fueran demócratas exiliados de una dictadura, lo que supondría que España no es un Estado democrático", precisó.
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