División en la democracia cristiana de la RFA ante la visita de Honecker
Unas declaraciones del jefe del grupo parlamentario democristiano en el Bundestag, Alfred Dregger (CDU), ponen de manifiesto que en la filas del partido existe una resistencia contra la visita del dirigente de la República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker, a la República Federal de Alemania (RFA), que está prevista para los últimos días del próximo mes de septiembre.Las palabras de Dregger, en la primera página del diario derechista de Bonn Die Welt, parecen una provocación destinada a irritar al Gobierno de la RDA y tratar de impedir la visita de Honecker. Dregger dijo que los ataques de Moscú contra Bonn le dejan impasible, y añade: "Nuestro futuro no depende de que el señor Honecker se digne visitarnos".
Esta declaración de Dregger, hombre del ala derecha de CDU, contrasta con los tonos adoptados por el presidente de Baviera, el socialcristiano Franz Josef Strauss (CSU), que recomendó días atrás silencio y prudencia en el tema de las relaciones entre los dos Estados alemanes para no estropear lo conseguido hasta ahora.
La declaración de Dregger significa que en la CDU/CSU existe un sector dispuesto a torpedear la visita de Honecker, lo que supondría una coincidencia de intereses entre los duros de uno y otro lado. El Gobierno de Bonn, todavía sumido en la pausa veraniega, no reacciona, y el portavoz declaró ayer a la Prensa que el canciller Helmut Kohl se incorporará el lunes a su puesto de trabajo. El portavoz Juergen Sudhoff declaró que "el secretario general Honecker" ha sido invitado, aceptó la invitación y "será bienvenido".
No pasará por Bonn
Mientras Kohl recupera fuerzas en su veraneo, junto a un lago austriaco, el jefe de su grupo parlamentario, Dregger, parece decidido a poner obstáculos a la visita de Honecker.El dirigente de la RDA tiene previsto llegar a Francfort en septiembre, porque, por motivos de protocolo, no quiere pasar por Bonn. Si lo hiciera, la devolución de la visita sería a Berlín Este, lo que en la RFA se quiere evitar, porque no se reconoce esa ciudad como la capital de la RDA.
La oposición socialdemócrata (SPD) ha pedido que el canciller Helmut Kohl tome una postura clara ante las actividades de Dregger, porque no están en juego cuestiones protocolarias, sino la credibilidad del canciller federal y su Gobierno". El jefe del grupo parlamentario del SPD, Hans-Jochen Vogel, se pregunta quién tiene la palabra en el Gobierno de Bonn, si el canciller no consigue parar inmediatamente las escapadas de Dregger.
La reacción de Berlín Este a las declaraciones de Dregger fue considerar que se dirigen contra las relaciones entre la RFA y la RDA y que "suponen una carga" para la reconciliación.
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