El empleo del formaldehído se encuentra regulado en España
La utilización del formaldehido, producto químico que ha despertado una fuerte polémica en la República Federal Alemana por sus posibles efectos cancerígenos, se encuentra regulada en España para su empleo en la construcción.Una orden ministerial del 8 de mayo de 1984 regula su empleo en los materiales aislantes utilizados en la edificación y establece que las concentraciones máximas admisibles de formaldehido que aparezcan en el ambiente de recintos interiores sean: 1.000 microgramos por metro cúbico (en condiciones normales) a partir de los siete días de la aplicación de las espumas de urea-formol y 500 microgramos por metro cúbico a partir de los 30 días.
Además, el empleo de estas espumas queda limitado al relleno de cámaras de cerramiento exterior cuyas hojas sean pesadas y resistentes al paso de vapor de agua.
En particular, la orden ministerial prohibe su empleo en cámaras cuya hoja interior esté constituida básicamente por yeso o escayola. No puede existir comunicación entre la cámara y el ambiente interior, para lo que se deben sellar todos los orificios de comunicación mediante mortero o cualquier otro medio de sellado adecuado.
El Ministerio de Sanidad español conoce que este producto es irritante y alérgico, pero no tiene ninguna evidencia sobre sus efectos cancerígenos en el hombre.
En otros países, como Francia, se emplea el formaldehido como conservante de un gran número de productos -como pinturas, resinas, materiales plásticos, barnices, cosméticos- y como desinfectante debido a su capacidad de destruir las bacterias y los mohos. Se emplea principalmente para vitrificar el parquet y para la aislación térmica y sonora de las habitaciones. Para estas últimas aplicaciones se utilízalas espumas de urea-formol (fabricadas con formol y urea).
Un caso que puso de relieve la posible peligrosidad del formaldehido ocurrió el año pasado en una vivienda de Madrid, cuyos habitantes sintieron diversos trastornos: faringitis, sequedad de la piel, congestión de las fosas nasales, flojedad, fuertes palpitaciones, presión en la cabeza. En esta casa las paredes eran de planchas de yeso, lo que propició las emanaciones de gas en cantidades muy superiores a Ios normales y obligó a retirar el producto de la casa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.