El primer ministro canadiense puede conducir a los liberales a una catástrofe electoral
A sólo dos días de la celebración de las elecciones generales en Canadá (el próximo día 4), la suerte está echada. Y si no se produce un milagro de última hora -es decir, un vuelco de los votantes indecisos hacia el Partido Liberal, actualmente en el Gobierno-, el primer ministro, John Turner, puede conducir a los liberales a su mayor catástrofe electoral desde 1957, cuando el conservador John Diefenbaker se alzó con la mayoría absoluta.
Las dos últimas encuestas de opinión, realizadas a mediados de semana por la cadena de televisión independiente CTV y el instituto Gallup, respectivamente, así lo confirman. Los sondeos publicados el sábado en la Prensa canadiense han supuesto un nuevo jarro de agua fría para las ya enfriadas esperanzas liberales, que han visto cómo su ventaja inicial en la aceptación pública (a raíz de la elección de John Turner como líder del partido, el pasado junio) ha ido desvaneciéndose a medida que avanzaba la campaña electoral.Las dos encuestas coinciden básicamente en sus conclusiones sobre el voto decidido, aunque difieren sobre el número de indecisos. En ambas encuestas el margen de los conservadores de Brian Mulroney sobre los liberales de John Turner es de dos a uno. Gallup da un 50% del voto decidido a los conservadores, frente a un 28% de los liberales, mientras que en la encuesta de la CTV los conservadores suben hasta el 51 % y los liberales bajan al 26%. Las diferencias básicas en las cifras corresponden a los indecisos. Así, mientras que en la encuesta Gallup sólo se registra un 10% de votantes no decididos, en la de la CTV este número asciende al 38%.
Los sondeos han confirmado asimismo la curva ascendente del tercer partido canadiense, el New Democratic Party (NDP), de Edward Broadbent, una formación política socialdemócrata que representa a Canadá en la Internacional Socialista, y cuya expectativa de voto se sitúa entre el 19% para Gallup y el 21 % para la cadena independiente de televisión, a sólo cinco puntos, en este último caso, de los liberales. Este pequeño margen, si se acentuase el declive liberal en las últimas 48 horas, podría convertir a Broadbent en el primer socialista líder de la oposición en la historia política canadiense.
Preguntado por esta posibilidad, el dirigente del NDP ha preferido echar balones fuera. "Nunca he sido de la clase de hombres que trabajan en política para conseguir un. título. Lo que me consta es que estamos a un tiro de piedra de conseguir nuestro mayor éxito electoral", declaró. El NDP cuenta en la actualidad con 32 de los 282 escaños de la Cámara de los Comunes en la capital federal de Ottawa, a pesar de haber obtenido en las elecciones generales de 1980 cerca del 20% de los sufragios. Ésta es una consecuencia del sistema electoral mayoritario, que prima a los grandes partidos sobre los pequeños.
Aferrarse a los indecisos
John Turner, se aferra como un clavo ardiendo a los indecisos, su última esperanza de ganar las elecciones del martes. "Mulroney está contando los pollos demasiado pronto", manifestó en un acto electoral el sábado, tras conocer las encuestas. Los liberales, en un intento de última hora de galvanizar a la opinión pública, han conseguido sacar de su aislamiento al ex primer ministro Pierre Elliot Trudeau, todavía la primera figura política canadiense, para que participe en la campaña.Trudeau ha elegido su feudo político de los últimos 14 años, la provincia francófona de Quebec, para una rentrée calculada. En un mitin el viernes en Montreal, Trudeau afirmó a sus paisanos que si votaban contra los liberales estarían votando "a favor de una alianza de descontentos nada sacrosanta", en una clara alusión al apoyo que los conservadores están recibiendo del partido separatista de Quebec de René Levesque.
La rotundidad de las encuestas ha hecho afirmar al líder conserva, dor Brian Mulroney que "la batalla todavía no está ganada y que hay que seguir luchando".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.