Los prejuicios sociales sbre la locura retrasan la reforma psiquiátrica
El presidente de la Asociacion Española de Neuropsiquiatría busca la reinserción social de los enfermos mentales
Los prejuicios sociales sobre la locura, unidos al bloqueo de la reforma psiquiátrica por parte del Ministerio de Sanidad, están retrasando considerablemente la transformación de la asistencia a la enfermedad mental en España, según manifiesta en esta entrevista José García González, presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) y director regional de salud mental del Gobierno socialista del Principado de Asturias.
Pregunta. Asturias es una de las pocas comunidades autónomas que han emprendido por su cuenta un programa de cambio cuyo último objetivo es la superación del Hospital Psiquiátrico y la reinsercion social de gran parte de sus 700 pacientes _internos. ¿Cree usted, como presidente de la. AEN, que la inexistencia de un plan nacional de reforma psiquiátrica dificultará el desarrollo de estos proyectos regionales?
Respuesta. Ante todo, nosotros pensamos. que es imprescindible que este tipo de transformaciones se planteen y se realicen desde las comunidades autónomas, porque cada una tiene sus necesidades y características propias. Sin embargo, el papel del ministerio es básico para conseguir la utilización de servicios y competencias que dependen ahora mismo de la Administración Central, como es el caso del INSALUD. Sin embargo, en la reunión que. mantuvo hace unos meses con Ernest Lluch Adjunta directiva de la AEN, impresión obtenida no fue positiva: parecía claro que la reforma psiquiátrica no preocupa prioritariamente al departamento. Queda, no obstante, la esperanza de que la Ley General de Sanidad, cuyo anteproyecto- reconoce por primera vez la igualdad del enfermo mental ,con el resto de los pacientes, en su artículo 23, salga adelante.
La reforma asturiana
P. ¿Cuáles son las líneas del programa que ustedes han puesto en marcha para buscar, una salida a esta situación y superar la institución psiquiátrica?
R. Nosotros hemos diseñado un programa alternativo al actual Hospital Psiquiátrico, que es la institución que pretendemos superar, por caduca y aberrante. Este proyecto que insisto, es alternativo y no complementario, se está poniendo en marcha, simultáneamente, en dos frentes: creando
Los prejuicios sociales sobre la locura retrasan la reforma psiquiátrica
unos servicios nuevos y distintos en la comunidad, los centros de salud mental comarcales y los hospitales de día, y buscando fórmulas y procedimientos para procurar la reinserción social del mayor número posible de los internos del psiquiátrico. La superación de este último centro, que, entre tanto, estamos intentando humanizar, nos parece fundamental por varias razones. Unas son de orden operativo: el modelo asilar no resuelve nada, sino que añade más dificultades a los internos. Contribuye, además, a reforzar el concepto negativo y peyorativo de enfermedad mental, concebida como algo individual, organicista, cuya única alternativa es la reclusión de un sujeto al que se suponen reacciones anómalas e imprevisibles. Pero el manicomio tiende a reafirmar también la mentalidad prejuiciosa que existe en la sociedad sobre los trastornos psíquicos. Al tener una organización restrictiva, custodial, de privación de libertad, contribuye a mantener la idea de peligrosidad del enfermo mental. Nuestro deseo es romper con todo esto.
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