El Athlétic impuso su estilo en Málaga
Clemente tenía muy claras sus bazas. Había que aguantar al Málaga en su salida como fuera. Lo consiguió a base de organizar una verdadera muralla en el centro del campo y perdiendo tiempo con continuos retrasos del balón por parte de la defensa hacia el portero Zubizarreta. Sus, jugadores hicieron, en suma, un pressing a lo largo y ancho del campo, sin dejar ni siquiera respirar a sus adversarios. Después, en el segundo tiempo, llegaría el momento de recoger la cosecha. Para ello sustituyó a Urkiaga y Endika -que apenas si habían cumplido -con su papel- per Gallego y Noriega.Estaba claro que una vez cumplido su objetivo de mantener el 0-0, el equipo vasco iba a ir en busca de la victoria. Le salió bien la jugada. Una falta cercana al área fue suficiente.
El Málaga hizo un primer tiempo francamente aceptable. Martín y Zambrano, a pesar de la presión a la que se hallaban sometidos, consiguieron construir el juego de su equipo. El dominio era del conjunto local, pero la sIquía goleadora volvió ayer a ser una realidad en el equipo que dirige Antonio Benítez. Y eso que hubo algunas ocasiones claras, como aquel saque de esquina que botó Martín y que no entró por poco, pues el balón pegó en el larguero cuando había sobrepasado a la defensa bilbaína. Esto ocurría a los ocho minutos. Cuatro minutos después la ocasión era de Popo. Zubizarreta se lucía a los 17 minutos, tras una falta sacada por Muñoz. Micanovic, lento y sin aptitudes suficientes para poder desbordar a sus marcadores, perdía poco después dos claras oportunidades para marcar.
Todo continuó igual hasta el minuto 59. A partir de ahí, el Athlétic de Bilbao fue otro equipo. Cualquier parecido con el juego que había desarrollado hasta entonces era mera casualidad. El Málaga, que no es un equipo técnico, basa su estrategia en el fondo físico de sus elementos y éste ayer se vino abajo. Le fallaron las fuerzas. Y el Athlétic, de las manos de Gallego, Noriega y Sarabia, se aprovechó. Su dominio fue cada vez más aplastante y su juego pasé de basarse en la defensa a buscar con ahínco la victoria. Entonces fue el Málaga el que buscó cerrar sus huecos, pero le falló la barrera en una falta y el empate se convirtió en una victoria del Athlétic que, efectivamente, puede jugar feo, pero tremendamente efectivo.
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