Los tribunales italianos fallan de nuevo a favor de la 'objeción fiscal'
La campaña nacional a favor de la "objeción fiscal" que incita a los ciudadanos italianos a no pagar el 5,5% de los impuestos para entregarlos a obras de paz, promovida por los movimientos no violentos, acaba de obtener su cuarto triunfo consecutivo en los tribunales de justicia.
Y es que por cuarta vez un grupo de ciudadanos acusados de incitación a la desobediencia fiscal contra el Estado ha sido absuelto plenamente porque "el hecho no constituye delito".
Los últimos absueltos han sido dos periodistas y dos tipógrafos de la revista Azione Nonviolenta, que habían distribuido toda una serie de opúsculos con los cuales se enseñaba a los ciudadanos cómo deducir técnicamente de la declaración de la renta el 5,5% de lo que tenían que pagar al Estado, para dedicar después la cantidad resultante a obras para la paz o "contra la guerra".
Dicho porcentaje es lo que los movimientos no violentos, entre ellos el Partido Radical, han calculado que el Estado gasta en armamentos. Y el último tribunal que ha absuelto a los imputados ha sido el de Verona.
La tesis que han defendido los abogados defensores y que ha convencido a los jueces por cuarta vez a no condenar a los que predican esta desobediencia fiscal, es que no se trata de negar al Estado el derecho a recaudar fondos de los ciudadanos, sino el hecho de que una sociedad como la italiana, cuyos gobernantes tienen diariamente la boca llena de palabras a favor del desarme y de la paz, no debe después dedicar una cantidad ingente de los impuestos para armas de guerra.
Desobediencia fiscal
Hasta ahora son ya más de 3.000 los contribuyentes italianos que han declarado en público su "desobediencia fiscal a favor de la paz", pero se calcula que son muchísimos más los que lo han llevado a cabo.Por ahora quienes llevan a la práctica esta decisión es gente más bien humilde, sin grandes riquezas, y por eso lo recaudado, fruto del "pecado fiscal", no ha sido mucho. Es el valor simbólico lo que realmente cuenta. Y lo más curioso es que una de las últimas recaudaciones ha sido entregada nada menos que al presidente de la República, el anciano socialista Sandro Pertini, recordando que en su discurso inaugural había pedido que "se vacíen los arsenales de guerra y se llenen los graneros de la paz". Muy probablemente ha sido este gesto de Pertini, que ha querido aceptar ese dinero (unos 20 millones de pesetas), lo que ha hecho pensar dos veces a los jueces antes de emitir una sentencia condenatoria.
Tras la publicación del fallo del tribunal de Verona, han llovido los telegramas de adhesión de magistrados, obispos, sindicalistas, teólogos, políticos, y movimientos como Justia et Pax y Pax Christi.
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