La polémica visita de Gaddafi

No ha podido salir todo peor. Si la visita del coronel Gaddafi a España era inconveniente, si el desplazamiento del presidente Felipe González a Mallorca para conversar con él era un error político, como ya ha quedado comentado en esta página, su epílogo no ha podido ser más desafortunado.Precisamente cuando el presidente González había declarado su fe en la "recíproca lealtad" resultante de la entrevista, el sorprendente Gaddafi cometió un atentado contra el sentimiento de los españoles manifestando que Ceuta y Melilla "son ciudades árabes" y reafirmando su postura "muy clara" sobre el asunto, que no es otra que su reclamación sin condiciones.

Tan clamoroso ha sido el fiasco, que Eduardo Sotillo, portavoz del Gobierno, ha tenido que salir al paso para desmentir al polémico interlocutor, y ha tenido que rivalizar también en la reivindicación de la españolidad de Ceuta y Melilla la nueva secretaria de relaciones internaciones del PSOE, Elena Flores. ( ... )

Pero no ha terminado todo ahí. Cuando el 30º Congreso del PSOE acaba de dar un espaldarazo a la permanencia de España en la OTAN, en la que el Gobierno socialista desea estar presente, entre otras cosas para facilitar el camino de la definitiva integración española en Europa, el impredecible Gaddafi ha aprovechado que sus pies pisaban, tierra española y que acababa de conversar largamente con el presidente español para decir que "cualquier Estado relacionado o integrado en la OTAN entra en el marco del infierno y de la destrucción".

Otro tanto podría decirse de sus "piropos" al Estado de Israel, cuando el Gobierno español tiene sobre la mesa la posibilidad de establecer relaciones diplomáticas con aquel país. No es coherente que un interlocutor del presidente español desgrane descalificaciones contra Israel. Pero, ¿se podía esperar otra cosa? Una vez más hay que recordar que Gaddafi es el político que más palmariamente apoya con su ayuda la actuación terrorista de ETA, organización que trata de socavar los cimientos de la democracia española. Cuanto más se profundiza en el argumento, más sorprende la actitud del presidente del Gobierno español. ( ... )

21 de diciembre