La entidad ha vendido 500.000 acciones de su autocartera desde que anunció en diciembre que no repartiría dividendo
El Banco Hispano Americano ha reducido en medio millón de acciones la autocartera que mantenía en sus sociedades instrumentales desde que a primeros del pasado mes de diciembre anunció que no repartiría dividendo con cargo al ejercicio de 1984 y que todo el excedente generado en ese año se destinaría a realizar dotaciones para insolvencias. La autocartera -volumen de acciones que las sociedades anónimas guardan en sus carteras o en las de las empresas participadas de la compañía matriz para mantener el valor de cotización en bolsa- del Banco Hispano Anmericano ha descendido en casi medio punto desde entonces.Los rumores acerca de que el Banco Hispano no repartiría dividendo con cargo al ejercicio de 1984 surgieron a primeros de diciembre, cuando los responsables de dicho banco discutían con las autoridades del Banco de España el volumen del dividendo a cuenta a repartir durante el mes de diciembre con cargo a dicho ejercicio. Al tiempo se trataba de empujar al Banco de Espafía a la renegociación de las ayudas concedidas para el saneamiento del Banco Urquijo, que pasó a ser controlado en un 99% por el Hispano en 1983, aduciendo un cambio sustancial de las condiciones generales del mercado sobre las que se había diseñado el reflotamiento. El Banco de España impuso entonces que para una renegociación de lo ya acordado, el Banco Hispano tenía que aportar su grano de arena y que ello se concretaba en el no reparto de dividendo para destinar estos recursos a reflotar el Urquijo-Unión.
Uno de los problemas fundamentales a los que se han enfrentado los responsables de los grandes bancos nacionales durante los últimos años ha sido el mantenimiento de la cotización bursátil de las acciones de las entidades, cuando la bolsa ha mostrado una clara tendencia a la baja como consecuencia de la crisis que ha sacudido a la economia española. La idea que durante años ha triunfado es que era necesario mantener, aunque fuera artificialmente, dichas cotizaciones y para ello se imponía el que sociedades instrumentales adquirieran las acciones que los privados ofrecieran para mantener la cotización. Durante años, en especial en los dos últimos desde el Banco de España se ha defendido la tesis contraria y se ha impulsado la desaparición de la autocartera para dar transparencia al mercado.
La experiencia del Banco Hispano Americano, además, ha venido a dar la razón a los que desde el Banco de España venían apostando por una mayor clarificación del mercado de capitales El anuncio de que el Banco Hispano no repartiría dividendo ha sido la piedra de toque para mostrar la capacidad de respuesta del mercado. En un primer momento se pensó suspender la cotización de las acciones en bolsa porque se pensaba que se podría provocar un desplome de las mismas. De hecho el Banco de España autorizó a los responsables del Hispano a que adquirieran las acciones que se ofrecieran a la venta, despues de que se aplicara una pérdida de cotización que reflejara el no reparto de dividendo, al tiempo que no se descartaba que el resto de las grandes entidades financieras compraran acciones del Hispano para mantener la cotización.
Los primeros días mostraron una venta general de títulos del Hispano que se fue atenuando posteriormente con el periodo de vacaciones. Desde el día 3 de diciembre hasta finales de la semana pasada, el Banco Hispano adquirió a través de sus sociedades instrumentales medio millón de acciones al tiempo que vendía un millón largo de títulos de su cartera. El saldo que resulta al final muestra una venta de más de 500.000 acciones a los inversores particulares y un descenso en medio punto de su autocartera.
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