Un juez culto y profundamente religioso

El magistrado Luis Lerga Gonzálvez es el titular del Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional, lo que equivale a ser el juez de Delitos Monetarios, con competencía de actuación en toda España. Hasta su nombramiento para este puesto, en 1983, había sido titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid.Nacido en Madrid hace 56 años, aunque en un principio tuvo la intención de convertirse en ingeniero y llegó a hacer dos cursos de esta carrera, terminó por estudiar la de Derecho y convertirse en jurista. Desde 1958 ha ejercido la magistratura en diversos lugares de España: Albuñol (Granada), Castro del Río y Priego (Córdoba), Hellín (Albacete) y Melilla.

El magistrado Lerga es un hombre moderado, profundamente religioso y amante de la tranquilidad, que cree que la Constitución de 1978 es la Carta que permite el asentamiento de las tensiones que se manifiestan en nuestra sociedad. El lema que preside su labor es ser profesional, "constituyente, ni progresista ni integrista", como él mismo dijo en declaraciones a una revista. El juez Lerga es un apasionado de la vida y no hay nada que le disguste tanto como la indiferencia. En cuanto puede se escapa a su finca de Alicante para entrar en contacto con la naturaleza. Allí se dedica a cavar la tierra y "modelar el barro", a lo que es muy aficionado desde niño.

Es también entusiasta de la música, de la que procura disfrutar todos los días algún momento. Gusta de visitar los museos de cuando en cuando; pero su gran pasión, su obsesión, es la pintura. Desde hace años cuenta con una buena colección de tablas y lienzos flamencos e italianos del siglo XVII. A esta colección ha dedicado una buena parte de sus ahorros, con una considerable dosis de ilusión.

Por su cargo, Luis Lerga es el juez que conoce del sumario de Rumasa, que se inició hace ya un año y medio y que cuenta en la actualidad con más de 10.000 fólios, pese a que en torno a este caso quedan aún muchas diligencias por realizar.