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Reportaje:

La CNT reclama al Gobierno 151 inmuebles de su patrimonio histórico

El patrimonio sindical histórico reclamado por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT-AIT) al Gobierno español se compone de 151 inmuebles repartidos en todo el país, además de varias rotativas, emisoras de radio, fondos cinematográficos y documentales y bibliotecas, según datos de esta central. Todos estos bienes fueron incautados a las sociedades obreras en 1939, afectando de forma especial a los dos grandes sindicatos de la época, CNT y UGT.

La dispersión actual de los bienes incautados y el deterioro de la organización, sumida en enfrentamientos internos y escisiones, plantea ciertas peculiaridades a la devolución del patrimonio histórico de la central anarcosindicalista.Las primeras reclamaciones del patrimonio histórico de CNT al Gobierno se produjeron en 1980, en un momento en que era secretario general de la central José Bondía, en la actualidad integrado en la rama escindida y unificada del sindicato. La reclamación hacía referencia a la totalidad de los bienes incautados en 1939, partiendo para su definición, como punto de referencia, de un inventario efectuado por la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales (AISS) en 1978. El inventario consideraba propiedad de la CNT 60 inmuebles, aunque únicamente 21 de ellos, repartidos en toda España, permanecían en propiedad de la AI SS en la fecha del inventario.

Las luchas internas de la central, unidas a la pasividad de los dos últimos Gobiernos respecto al espinoso problema del patrimonio sindical, han hecho que las reivindicaciones de la CNT respecto a su patrimonio histórico, al igual que las efectuadas por los otros sindicatos, permanezcan todavía a la espera de, una ley reguladora. Todo parece indicar que el Ejecutivo pretende regular en disposiciones separadas la cuestión del patrimonio sindical acumulado y la del patrimonio histórico.

La primera se halla en vías de r elaboración, con la participación de los dos sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT. La segunda, de formulación en cierta forma más difícil, debe abordar 1 el espinoso tema de los títulos y las formas de propiedad de los bienes incautados a las sociedades obreras y la legitimidad de los interlocutores. El anterior régimen, por otra parte, además de la incautación de las propiedades sindicales, procedió a embargar también la documentación relativa a sus propiedades. El inventario efectuado en 1978 por la Administración, según fuentes sindicales, debería haber tenido en cuenta la documentación de la Comisión Calificadora de Bienes Sindicales Marxistas o del Servicio de Incautación y Recuperación de Bienes sujetos a la ley de 23 de septiembre de 1939.

Bienes dispersos

La mayoría de los inmuebles reclamados por la central anarcosindicalista se encuentran en Andalucía, Aragón, Castilla y Cataluña. Muchos de ellos constituían sedes de CNT-FAI. Otros estaban dedicados a una variada gama de actividades, s desde sociedades cooperativas hasta escuelas racionalistas, pasando por ateneos libertarios, e bibliotecas y hasta sociedades agrícolas.El despliegue de actividades culturales que caracterizó la trayectoria de la CNT en el primer tercio de este siglo es la causa de que, además de propiedades inmobiliarias, la central reclame bienes de diferente índole. Los archivos de la organización, de gran valor histórico, se encuentran todavía depositados en Holanda y sujetos también a un litigio sobre su utilización por la propia central sindical. La CNT reclama al Gobierno español otros bienes, como las rotativas de Solidaridad Obrera y de El Noticiero Bilbaíno.

Dos emisoras de radio, un fondo cinematográfico compuesto por cerca de 100 películas, casi todas rodadas durante la guerra civil, se encuentran en depósito en los archivos de la Filmoteca Nacional. El sindicato asegura ser dueño también de aproximadamente el 35% de todo el fondo documental de los archivos de Salamanca, que se constituyó en buena parte mediante incautaciones realizadas a los sindicatos. Se reclaman asimismo las bibliotecas de nueve escuelas racionalistas de Barcelona.

Precisamente ayer, un grupo de militantes de la CNT-AIT decidió encadenarse en la sede del PSOE, en la calle de Ferraz, de Madrid, para reclamar el patrimonio histórico del sindicato anarquista.

En estos momentos hay dos organizaciones que se disputan las siglas de la CNT. Una de ellas, la unificada, que arranca de la escisión conocida como CNT-Congreso de Valencia, utiliza como definición las siglas CNT, mientras la otra rama ha seguido empleando las siglas CNT-AIT.

Fuentes del Ministerio de Trabajo han subrayado que las mayores dificultades para devolver el patrimonio histórico de la CNT se encuentra precisamente en determinar quiénes tienen derrecho a ostentar la titularidad de las siglas.

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