Las cajas de ahorros que negociaban con Buxeres habían obtenido mas de 3.000 millones de beneficios irregulares

ANDREU MISSÉ La decena de cajas de ahorros que negociaban con el agente de cambio y bolsa Alejo Buxeres obtuvieron unos beneficios extrabursátiles superiores a los 3.000 millones de pesetas durante los dos últimos años, según un informe obtenido por el Ministerio de Economía sobre el caso. Estos rendimientos constituían una ganancia adicional a la rentabilidad de las operaciones bursátiles regulares, por las que las entidades de ahorro habrían obtenido unos beneficios similares. El volumen de operaciones de las cajas con el despacho de Buxeres ascendió a 96.557 millones de pesetas durante 1983 y 1984. En este período la cifra de negocio de la Bolsa de Barcelona en acciones y obligaciones fue de 191.101 millones.

La mayor parte de estos beneficios extrabursátiles correspondían a las operaciones con pacto de recompra, llamadas de dobles, por las que se aseguraba al comprador de los títulos su readquisición a precio superior en un plazo determinado. El informe del Ministerio de Economía y Hacienda estima en 2.446 millones de pesetas los beneficios por pactos de recompra obtenidos por las ocho entidades que operaban con Buxeres, a través de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA).Con la expresión de "beneficios extrabursátiles" los instructores del informe se refieren a los beneficios obtenidos por las cajas y particulares por encima de las cotizaciones reales del mercado, como fruto de los pactos de recompra. Así, por ejemplo, si un valor aumentaba su cotización un 3% mensual pero su comprador debía recibir un 6% por el un pacto previo de recompra con Buxeres o su apoderado Sampere, los funcionarios contabilizan una rentabilidad bursátil regular del 3% y otra extrabursátil irregular del 3% restante.

Intereses del 100%

La oferta de intereses mensuales del 6%, equivalentes al 100% anual, era frecuente en las operaciones de Buxeres y Sampere con sus clientes, ya fueran cajas o particulares, según los agentes que han intervenido el despacho. El pago de rentablilidades de este orden, sin que realmente se generasen en el mercado, fue desarrollando un déficit creciente en el despacho de Buxeres.

Al principio la situación se intentó contrapesar vendiendo títulos depositados en el despacho. Ello solventó coyunturalmente la situación, pero cada vez eran mayores las dificultades para cumplir las peticiones de títulos o de dinero de los clientes. El déficit entre los beneficios pagados y los generados fue creciendo como una bola de nieve, lo que llevó a una situación insostenible, el pasado 18 de enero, cuando el agente no pudo hacer frente a la liquidación del día por falta de 1.079 millones de pesetas, cantidad que fue aportada por el Colegio de Agentes.

El informe incluye también como beneficios extrabursátiles 1.005 millones obtenidos por la Caja de Sabadell en pactos de recompra y en saneamiento de su cartera de valores. Pere Antón Doria, director de la Caja Layetana, entidad a la que se le atribuyen unos beneficios de este tipo de 500 millones de pesetas, niega que su entidad haya realizado operaciones de dobles y considera que son totalmente legales las operaciones de saneamiento y arbitraje que realizó la entidad por valor de 2.300 y 3.500 millones de pesetas, respectivamente.

Lo cierto es que en el acta levantada por el Banco de España a esta entidad no se consideran irregulares estas operaciones. Los inspectores del Banco emisor certificaron que la caja disponía de todas las pólizas en regla de las operaciones efectuadas con Buxeres. Según esta acta, el problema de Layetana es que el agente Alejo Buxeres no efectuaba realmente, ni consignaba en sus libros, las operaciones bursátiles que figuraban en las pólizas que sucribía, rubricaba y enviaba a la caja como confirmación de los encargos recibidos. Para el Banco de España, las pérdidas de Layetana por la falta de estos títulos ascienden a 1.920 millones de pesetas. El informe anterior estimaba las pérdidas de Layetana en 2.308 millones de pesetas y los de la Caja de Sabadell en 3.281 millones.

Clientes particulares

Además de las citadas cajas de ahorros, unos 200 clientes particulares, personas físicas y jurídicas, resultaron atrapados al producirse el crack en el despacho de Buxeres. Entre las condiciones de los pactos suscritos entre el Colegio de Agentes de Cambio y Bolsa y las cajas de ahorro destaca el acuerdo de dar un trato preferencial a los clientes particulares en la liquidación del despacho. Hasta la fecha el Colegio ha aprobado la liquidación de 73 clientes por valor de 504 millones de pesetas.

Entre los clientes particulares afectados que figuran en el informe oficial destacan, por la cifra de inversiones, Angel Surroca, 50 millones de pesetas; J. Sallent Zamorano, 25 millones; Eduardo Cabré, 25 millones; Carlos Sentis, 20,5 millones; Ana Trias, 14 millones; Luis Marín, 13,5 millones; Miguel de la Capilla 12 millones; Rafael Busca, Domènec Romera y Pedro Fornesa, 10 millones de pesetas cada uno.

Entre las sociedades inversoras figuran Miciarand, SA, 150 millones de pesetas; Refusa, 25 millones; Mandri SA, 20 millones; Transworld Comercial, 20 millones de pesetas; Llotja SA, 12,5 millones y Sinergia empresarial, 12 millones de pesetas.