Comienza en Córdoba la celebración del 850º aniversario de Maimónides

CórdobaLa celebración del 850 aniversario del nacimiento de Maimónides se inicia oficialmente hoy en Córdoba con una semana cultural intensa dedicada al filósofo judío-cordobés. Se abre así, con esperado eco internacional -cinco televisiones extranjeras recogerán imágenes de esta conmemoración- y un cierto desengaño por la frustración de algunos proyectos, un programa anual de actos, patrocinado por la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, la Diputación, el Ayuntamiento y la universidad, que ha quedado algo devaluado en relación con su primer planteamiento.

La reina doña Sofia no ha aceptado la presidencia de honor de la celebración; no se ha conseguido la declaración de 1985 como año de Maimónides ni tampoco la emisión de un sello conmemorativo. A pesar de ello, la densidad del programa y la resonancia ecuménica del pensador -que no el conocimiento de sus obras entre los propios cordobeses- mantienen en el exterior una capacidad de convocatoria que ha sorprendido al propio comisario de la organización, Jesús Pelaez del Rosal.

Israel y el consejo de las comunidades judías de Marruecos participan con la organización de dos jornadas durante esta semana, mientras los cuatro embajadores de países árabes que visitaron recientemente Córdoba con motivo del centenario de la mezqyita -Qatar, Irak, OLP y Liga Arabe- mostraron su recelo por las múltiples maneras que aprovecha el sionismo" para sus incursiones. Por otra parte, numerosas personalidades, entre ellas el ministro francés de Justicia, Robert Badinter, glosaron anteanoche en París la vida y la obra del filósofo en la inauguración de los actos que la UNESCO ha convovado en honor del maestro cordobés.

Una placa conmemorativa se descubrirá, tras una ofrenda floral de colegios e instituciones, en la plaza cordobesa de Tiberiades, nombre del lugar palestino que acogió sus restos y rincón ahora de la judería cordobesa, donde desde 1965, con ocasión del simposio sefardí, se encuentra su estatua. Estos serán los dos actos principales, junto con la ceremonia de inauguración, que constituirán el capítulo simbólico de reconocimiento a la figura más relevante del hebraismo hispano-medieval.