El 'justiciero del metro' de Nueva York, procesado por cuatro intentos de asesinato
¿Bernard Goetz, llamado el justiciero del metro de Nueva York, es un héroe o un criminal? Hasta ahora este tímido ingeniero electrónico de 37 años, que el pasado 22 de diciembre disparó contra cuatro jóvenes de raza negra en el metro neoyorquino, era un campeón de la ley y el orden, que sólo actuó en defensa propia. El miércoles, un gran jurado de Nueva York decidió procesarle por cuatro supuestos intentos de asesinato. Goetz se declaró ayer inocente ante un juez de Manhattan, que mantuvo su libertad bajo fianza de 5.000 dólares (900.000 pesetas). Goetz será juzgado y 23 neoyorquinos tendrán que decidir si es culpable o inocente. "El juicio acabará con la polémico, dice el vigilante del metro.
WashingtonLa opinión pública ha seguido con apasionamiento el caso y en su mayoría, según los sondeos de opinión, piensa que Goetz actuó correctamente cuando vació el cargador de su revólver plateado contra los jóvenes después de que uno de ellos le pidiera cinco dólares (900 pesetas). "Su lenguaje corporal", explicó Goetz, "me hizo temer, me sentí acosado y disparé". El metro de Nueva York, y sobre todo de noche, cuando ocurrieron los hechos, no es el lugar más tranquilizador del mundo. Muchos neoyorquinos viajan atemorizados en él y el índice de criminalidad en la ciudad de los rascacielos es muy elevado. Estos factores contribuyeron a que algunos sectores utilizaran lo ocurrido para lanzar una campaña pidiendo que los ciudadanos de las grandes ciudades lleven armas.Hasta el presidente Ronald Reagan, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, dijo que era explicable, aunque no justificable, la reacción del justiciero Goetz, como fue bautizado por la Prensa. Incluso un senador de Nueva York se puso de su lado. Comenzaron a venderse camisetas con el rostro del vigilante del metro que se había atrevido a dar el paso que muchos ciudadanos intimidados no dan cuando son asaltados. Aparecieron voluntarios para pagar su defensa y alguien sugirió que se le concediera una medalla militar al valor.
Un primer jurado reflejó el sentimiento de simpatía de la opinión pública y decidió acusar únicamente a Goetz de posesión ilegal de armas, algo que pareció insólito cuando cuatro personas habían sido heridas de bala y no se había demostrado la peligrosidad de la conducta de las víctimas. Éstas, que habían tenido problemas menores con la justicia y que cuando se produjo el tiroteo se dirigían a desvalijar máquinas electrónicas armados con destornilladores, no llegaron ni siquiera a declarar.
El fiscal del distrito de Manhattan, Robert Morgenthau, no se contentó con esta decisión y continuó profundizando en el caso.
Testigo clave
Las nuevas pruebas halladas contra Goetz, que no han sido hechas públicas aún, han permitido a un segundo jurado acusarle de intento de asesinato después de deliberar durante ocho días 'escuchar el testimonio de dos de las víctimas. Al parecer ha sido clave para el procesamiento la declaración de un testigo que viajaba en el metro.En las últimas semanas la opinión pública ha conocido varias declaraciones de Goetz que hacen pensar que no se trata del joven irreprochable que sólo defendió su vida. El vengador disparó contra dos de sus víctimas por la espalda, cuando ya estaban caídos en el suelo. Goetz ha admitido a la policía que se agachó y vio que en el cuerpo de uno de ellos, Darrell Cabey, no había sangre. "No parece que estés tan mal, torna otro tiro", afirmó Goetz, que volvió a hacer uso de su arma. Tres de las víctimas se han recuperado de las heridas, pero Cabey está paralizado de cintura para abajo y tiene una lesión cerebral.
Después de disparar, Goetz abandonó tranquilamente el metro, fue a su casa, alquiló un coche y condujo hasta el Estado de Vermont, donde quemó su chaqueta y enterró el arma. El 31. de diciembre, nueve días después de los hechos, se entregó a la policía en New Hampshire. Hace unos años Goetz fue asaltado en Nueva York y, según ha afirmado, la policía puso en libertad a los asaltantes y le retuvo a él más tiempo en comisaría.
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