La oposición griega rechaza al presidente Sartzetakis, elegido por el Parlamento y presentado por Papandreu
El candidato socialista a la Presidencia de Grecia, Christos Sartzetakis, de 56 años, fue proclamado ayer jefe del Estado tras una discutida votación parlamentaria, en la que consiguió exactamente los 180 votos necesarios gracias al sufragio del presidente en funciones de la República, Yannis Alevras. La oposición conservadora, representada por el partido Nueva Democracia, niega que el voto de Alevras sea válido y rechaza al nuevo presidente.
Sartzetakis consiguió el apoyo de 180 de los 300 diputados, los tres quintos de la Cámara necesarios para ser elegido en tercera votación, tal y como prescribe la Constitución. En el Parlamento se encontraban 298 diputados, de los que votaron 186, pues los restantes 112, de Nueva Democracia, se negaron a acudir a la urna. Cinco de los sufragios fue ron nulos y un diputado votó en blanco.Ya el propio sistema de votación resultó contestado por los parlamentarios conservadores que consideraban ¡legal el uso de papeletas de diferente color para la votación: azules para votar a Sartzetakis y blancas para abstenerse. Para el dirigente de Nueva Democracia, Constantino Mitsotakis, presente en el hemiciclo eso era una "trágica violación de la democracia".
El anuncio del resultado de la votación, efectuado por el presidente en funciones del Parlamento, Michael Stefanides, fue acogido con gritos de aprobación desde los escaños socialistas y con manifestaciones de desagrado desde los de la derecha. "Esta votación no ha sido válida y la elección del presidente no es válida", dijo Mitsotakis.
El primer ministro griego, Andreas Papandreu, se felicitó por el resultado del escrutinio y dijo que Sartzetakis era el "presidente más adecuado, demócrata y por encima de los intereses partidistas". También se refirió a las palabras de Mitsotakis: "Advierto al jefe de la oposición, Constantino Mitsotakis, sobre una eventual puesta en tela de juicio de los resultados, ya que podría socavar la normal evolución del país".
Mitsotakis anunció que su partido no va a reconocer "a este presidente entre comillas", por considerar que "no ha habido elección presidencial, puesto que el voto de Alevras es un voto discutido hasta por la mayoría de los profesores de derecho constitucional próximos a los socialistas".
El líder de Nueva Democracia ha anunciado que hasta las próximas elecciones generales -"que son ahora más necesarias que nunca", dijo- su partido no entrará en contacto con Sartzetakis si éste "acepta su elección realizada por ese Parlamento".
Este principio de crisis constitucional abierto por los conservadores se basa, efectivamente, en las indicaciones de numerosos constitucionalistas que afirman existen incompatibilidades entre las atribuaciones parlamentarias de Alevras y las de presidente de la República, aunque sea en funciones, cargo que ocupa como consecuencia de la dimisón de Caramanlis el pasado día 10. Es decir, que Alevras, como presidente de la República que es, ha dejado de ser parlamentario y, por tanto, no puede votar.
En cualquier caso, dos diputados de los que habían prometido apoyar a Sartzetakis -Papandreu esperaba 182 votos (165 socialistas, 13 comunistas y 4 independientes de izquierda)- no respetaron la disciplina de voto, lo que ha dado lugar a lo absolutamente justo del número de votos en favor del candidato.
La ruidosa y delicada polémica que ha estallado en Atenas tras la tercera votación efectuada para elegir presidente de la República ha relegado a un segundo plano el acontecimniento histórico que supone la primera elección de un jefe del Estado socialista en Grecia. Sartzetakis ocupará el cargo durante cinco años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.