Muchas buenas intenciones sin propósito de enmienda

La primera sesión de esta corta semana bursátil pasó con más pena que gloria, ante el inequívoco sabor vacacional que registra el parqué. Por otra parte, tampoco el momento era propicio para que surgieran novedades que permitiesen un sustancial cambio de rumbo del mercado respecto a las últimas jornadas de la tanda anterior.Una leve oscilación, de todas formas, se respiraba ayer en la plaza de la Lealtad, difícil de comprobar, aunque el repunte de 25 centésimas en el índice general pueda ser un indicio: parece que los operadores que no han tomado sus vacaciones estos días intentan elevar algo los cambios, aprovechando la disminución de la competencia. A pesar de ello, no es previsible que estos propósitos consigan modificar la tendencia de tranquilidad, o incluso de apatía, que preside el mercado desde hace varias semanas.

Tampoco parece probable que el anuncio de la próxima publicación de la ley de régimen fiscal para determinados activos financieros cambie las cosas. Los analistas consideran que los pagarés destinados al dinero negro, y que sufrirán una retención del 45%, no,serán una verdadera competencia para los pagarés del Tesoro, y mucho menos para la.renta variable. Así que también se respira tranquilidad por este flanco.

Mayor serenidad de ánimos se comprueba también en lo que se refiere al desenlace final respecto a las negociaciones entre las compañías eléctricas sobre los intercambios de activos. A pesar de que no ha trascendido ninguna novedad hasta el momento, los operadores apuestan por una solución positiva. Al tiempq que el descenso continuado del dólar ha puesto las cosas más fáciles para estas sociedades. Por todo ello, ayer subieron los cambios de casi todas estas compañías -con la excepción de Hidrola, que perdió medio entero- y que le supuso una ganancia de 0,50% en su índice particular.

Mayor estabilidad, asimismo, se vio en el corro bancario, con unos saldos compradores en la caja de las siete mayores entidades de 116.792 títulos, frente a unas órdenes de venta por 23.337 acciones. El saldo, por consiguiente, se situaba en 93.445 títulos. Notas características fueron los 98.118 títulos a la compra de Banesto, que apoya su cotización con vistas al canje de bonos, y la pérdida de cuatro enteros de Santander (con saldo de 11.343 acciones a la venta), seguramente a consecuencia de alguna partida inesperada en el nuevo sistema de contratación.

Por otra parte, ayer descontaron cupón 150 valores de renta fija y también descontaron dividendo Hidroeléctrica del Catábrico, de 44,53 pesetas netas; El Encinar de los Reyes, de 40 pesetas líquidas; Finsa, de 24,60 pesetas, y Transfesa, de 100 pesetas netas.

Koipe, por su lado, comenzó su ampliación de capital por 1.067,8 millones de pesetas, en la proporción de tres acciones nue vas por cada ocho antiguas, a la par. El grupo francés Lesieur se ha comprometido a adquirir todos los derechos a 1.000 pesetas cada uno. Asimismo, Uralita empezó su desdoble, por 2.140,7 millones de pesetas, en la proporción de una acción nueva por cada tres antiguas, liberada en un 35%.