Una dolorosa ausencia, perdida en las brumas del Norte
Las sospechas de que las elevaciones registradas el lunes eran producto más de las ausencias que de las presencias -habida cuenta de la continuación del clima vacacional y de la inoperancia de Barcelona, Bilbao y Valencia- se vieron cumplidas ayer nítidamente, con un mercado a la baja y que se reflejó en la pérdida de 0,18% en el índice general.Este primer test del mes de abril, por consiguiente, no ha sido positivo para el mercado bursátil. Los operadores están a la defensiva o sencillamente se mantienen en posición de neutralidad, canalizando su dinero hacia otros activos, especialmente pagarés del Tesoro o empresa. No hay que olvidar que la bolsa lleva bastantes jornadas oscilando desde la parte alta a la parte baja de la cota 111%, lo que produce el consiguiente aburrimiento por la falta de operatividad.
El lunes, sin embargo, remontó algo el volumen efectivo negociado, con 1.217,7 millones de pesetas. Claro, que de ese dinero 529,7 millones estuvieron dirigidos a Telefónica y 295,8 millones a la banca, por lo que el resto de los sectores se mantuvo casi con la misma atonía que en jornadas anteriores.
Y es que las expectativas, tanto internas como externas a la bolsa, no se han despejado e incluso se han ensombrecido más, en opinión de los analistas. Quizá, en este sentido, el remonte inflacionista siga siendo el hecho más negativo. Junto a ello, el descenso que ha registrado el dólar. Los analistas consideran que la divisa estadounidense registrará una flexión al alza -ayer volvió a superar la barrera de las 175 pesetas en Madrid, pero no en otros mercados- en las próximas semanas, debido al esperado aumento de los tipos de interés de Estados Unidos en el mes de mayo, para sufrir una fuerte caída en la última parte del año.
De todas formas, la peseta empieza a comportarse de manera diferenciada respecto a otras divisas europeas. Así, se abre la posibilidad de que nuestra moneda sea protagonista de un reajuste a la baja antes de que España ingrese en la CEE, como único medio para impedir el deterioro de la competitividad exterior.
El caso es que los grandes inversores extranjeros, por lo que a ellos afecta, piensan que el oro puede convertirse en breve en una buena alternativa de inversión, aunque todavía este metal se mantenga en cotas bajas y sólo venga anotando algún tímido repunte en las últimas semanas.
Se comprende que, ante tales perspectivas, los expertos consideren que los tipos de interés españoles no puedan bajar más aún y que se llegue a pensar incluso en una posible elevación. A este respecto, ayer el Banco de España subastó 225.000 millones de pesetas a un día, a un tipo marginal del 12,563% (0,125% por encima de la sesión anterior).
Las posibilidades de que la bolsa registre cambios notables no son muy grandes mientras persista esta situación. Una ruptura de esta monotonía podría venir a través de la celebración de las juntas de accionistas de las sociedades, con la consiguiente publicación de los resultados del ejercicio. Porque tampoco se esperan otras noticias importantes en los próximos días.
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