Dos miembros de la Liga Profesional se opusieron al acuerdo CSD-clubes

Dos de los miembros del Comité Ejecutivo de la Liga profesional, Joan Gaspart y Jesús Corzo, vicepresidente del Barcelona y presidente del Deportivo de La Coruña, respectivamente, se resistieron, el pasado martes, a firmar el documento por el que la Administración se compromete a saldar los casi 17.000 millones de pesetas de deudas de los clubes con dinero de las quiníelas.Ambos dirigentes no aceptaron que la Administración conceda ese dinero como subvención. Firmaron porque el acuerdo se pactó una semana antes, en una reunión secreta entre Romá Cuyás, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), y Antonio Baró, presidente de la Liga.

Los seis miembros del Comité Ejecutivo de la Liga profesional se reunieron a solas en una habitación del CSD antes de ser recibidos por Romá Cuyás y antes de la firma del documento. Se dedicaron a leer, conocer y debatir el escrito que acordaron y aceptaron una semana antes, en una reunión secreta mantenida por el presidente y el director de deportes del CSD, Romá Cuyás y Daniel Roínero,, respectivamente, y el presidente de la Liga profesional, Antonio Baró, y el secretario general de la misma, Jesús Samper.

Fue en ese momento cuando el Jesús Corzo y Joan Gaspart se mostraron en desacuerdo con que la Administración solucionase las deudas de los clubes con una subvención de dinero público, correspondiente a los ingresos de las quiníelas.

Estos dirigentes, según ha trascendido, pretendieron que la Administración concediese a los clubes un porcentaje de los ingresos de las quinielas más elevado del que se aceptó -3,5% en total- y siempre como canon, condición en la que ahora reciben el 1%, pero nunca como subvención.

El resto de los compañeros del Comité Ejecutivo de la Liga les recordó que el CSD también se ha comprometido a pagar unos 1.000 millones de pesetas más, cantidad a la que se elevan las deudas de los clubes de Tercera División.

Divergencias

La Liga profesional y la Federación Española de Fútbol mantienen claras divergencias sobre la nueva fórmula del campeonato liguero, que la primera de ellas propuso hace casi un mes.

La nueva fórmula de la Liga, propuesta por la Liga profesional, es la siguiente: dos fases para Primera y Segunda División, ésta en dos grupos de 18 equipos cada uno, en vez del único existente ahora con 20 conjuntos, y supresión de la actual Segunda B. La Administración condicionó saldar la deuda a la aprobación de las reformas.

El nuevo sistema tiene que ser aprobado por la asamblea de la federación española, en la que la Liga es claramente minoritaria, ya que sólo cuenta con ocho de los 150 miembros de que se compone. La federación considera inviable el nuevo sistema de Liga por las dificultades que con él originan los ascensos y descensos. Asimismo, estima inoportuna la supresión de la Segunda División B, categoría que justifica como colchón entre la Tercera División y la Segunda A.