Ayuda a los 'contra' y libro de estilo
Me produjo una desagradable sorpresa leer en EL PAIS del pasado 6 de junio y en una crónica remitida desde Washington la frase siguiente: "Existen dudas entre los legisladores de que la reanudación de la ayuda norteamericana a los insurgentes influya sobre el comportamiento del Gobierno marxista-leninista de Managua".El texto, que se refería las dudas de los legisladores del Congreso nortemaericano, aparecía sin comillas ni cursiva, con lo que cabía pensar que su autor y, de algún modo, el propio periódico, asumían -aunque éste no fuera, estoy seguro, su propósito- la fraseología propagandística con la que la Administración Reagan aborda la situación en Centroamérica y la de Nicaragua en particular. (Como ustedes mismos reconocen en un interesante editorial del día 8: "El argumento único empleado por EE UU, de un modo insistente por su presidente, es que no es tolerable que el comunismo se instale en América Central".) Siendo del oficio, atribuí al difícil manejo del complejo sistema de impresión de que ustedes disponen la ausencia de unas oportunas comillas o cursiva que pusieran la calificación de "Gobierno marxista-leninista" en boca ajena a la de su corresponsal en Washington.
Pero el 14 de junio, la llamada en portada a otro crónica, fechada ésta en Managua, me produjo la misma extrañeza y me sugirió pedirles que cuiden mejor el uso de laa comillas en un tema tan delicado como el de la situación por la que atraviesa Nicaragua. EL PAIS del día 14 afirmaba, en portada que Ios integrantes de la nueva Unión Nicaragüense Opositora (UNO) prometieron ayer de
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