_
_
_
_
El secuestro aéreo de Beirut

Berri acusa a EE UU de planear un ataque "que causaría un gran daño a los rehenes"

, Nabih Berri, líder del movimiento shií Amal y ministro de Justicia de Líbano, acusó ayer a Estados Unidos de "preparar una operación militar que causaría un gran daño a los rehenes inocentes". La afirmación se produjo poco después de que, según la emisora cristiana Voz de Líbano, un escuadrón de cazabombarderos F-14 Tomcat de la Marina de guerra de EE UU sobrevolase en la madrugada de ayer Beirut y la llanura oriental de la Bekaa. En Washington, el Departamento de Defensa negó que los aparatos fuesen norteamericanos.

Aunque reconocieron que aviones extranjeros penetraron ayer varias veces en el espacio aéreo libanés, fuentes castrenses locales rehusaron pronunciarse sobre la nacionalidad de los aparatos, en tanto que un portavoz de la Embajada de EE UU en Líbano se negó también a confirmar o desmentir las afirmaciones de que los aviones eran norteamericanos, remitiendo a la Prensa a eventuales comunicados del Pentágono, que se apresuró en desmentirlo.La noticia fue tomada lo suficientemente en serio por la milicia shií Amal (Esperanza), que, junto con sus actuales aliados extremistas del Partido de Dios, custodia a los 40 rehenes norteamericanos, como para decidirse a instalar rápidamente algunas baterías antiaéreas en los suburbios meridionales de la ciudad, donde supuestamente permanecen en cautividad algunos pasajeros del avión de la TWA, secuestrado el pasado día 14 en Atenas.

El espectro de una operación de rescate sigue aún planeando. El viernes, por ejemplo, 2.000 integristas shiíes se concentraron a 500 metros del Boeing 727 norteamericano inmovilizado en una pista del aeródromo, para expresar su apoyo a los piratas aéreos. Una gran pancarta esgrimida por los manifestantes rezaba: "Esperamos un nuevo Tabas en Líbano", alusión al frustrado intento de EE UU para poner en libertad a sus ciudadanos secuestrados en su Embajada en Teherán. Allyn ConweIl, un portavoz de los rehenes, instó el jueves por la noche al presidente norteamericano, Ronald Reagan, a que evite "a toda costa" recurrir a "medios militares violentos para intentar liberarnos".

El pasado fin de semana, la artillería antiaérea en poder de los shiíes fue utilizada para disparar desde el aeropuerto, donde estaba ya el avión, contra una patrullera israelí que se acercó a la playa.

Desde el domingo, sin embargo, ningún barco israelí ha sido observado desde la torre de control, pero, en una aparente demostración de fuerza, cazabombarderos con la estrella de David pintada en el fuselaje rebasaron el viernes la barrera del sonido a la altura del aeródromo y sobre los barrios shiíes del sur de la ciudad.

Una flota al acecho

Fuentes militares señalaron que el portaviones nuclear USS Nimitz, que, junto con otras seis naves de guerra, fue enviado por el Pentágono al Mediterráneo oriental, no había penetrado aún en aguas territoriales libanesas -cuyo límite está a ocho kilómetros del litoral-, pero, en cambio, el lanzamisiles USS Kidd pudo ser visto el lunes desde las terrazas del aeropuerto. 1.800 infantes de marina de la 24ª unidad anfibia están repartidos entre estos siete buques.

Desde que, a finales del invierno de 1984, se retiró la fuerza multinacional de Beirut, la VI Flota estadounidense no había llevado a cabo ninguna actividad frente a las costas de Líbano, que, si se exceptúa algún guardacostas en mal estado, carece de Marina de guerra.

El objetivo de los vuelos de los aviones norteamericanos F-14 Tomcat, caso de que realmente fueran de esta nacionalidad, podría consistir, además de demostrar el poderío de EE UU, en llevar a cabo una misión de reconocimiento sobre la periferia meridional de Beirut, donde permanecen retenidos, supuestamente, los pasajeros del avión, y sobre el valle de la Bekaa, donde probablemente se encuentran los siete norteamericanos que fueron anteriormente secuestrados en Beirut por la misteriosa organización Jihad Islámica (Guerra Santa Islámica).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_