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Los Perret, una larga relación con la 'guerra sucia'

Los hermanos Gilbert y Clement Perret han sido relacionados en numerosas ocasiones por fuentes judiciales francesas y medios próximos a ETA Militar con la guerra sucia contra esta organización terrorista, así como de haber colaborado activamente con los servicios de información españoles durante las primeras épocas de la transición. Sin embargo, la policía española nunca se ha pronunciado sobre estas acusaciones recogidas frecuentemente en diversos medios de comunicación, especialmente tras el juicio en San Sebastián por el caso del bar Hendayais.

El ametrallamiento dicho bar, ocurrido en noviembre de 1980, se saldó con el resultado de dos muertos y tres heridos de gravedad. El juez de San Sebastián que instruyó el caso Hendayais condenó al ex comisario general de Información Manuel Ballesteros a tres años de inhabilitación profesional por denegación de auxilio a la justicia.

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A lo largo de la vista, ninguno de los altos,cargos policiales que tuvieron que declarar sobre el asunto reveló los nombres de los tres informadores de la policía española que, inmediatamente después del atentado, cruzaron violentamente la frontera francesa y se entregaron a la policía española para posteriormente ser puestos en libertad y perderse para siempre.

Jean-Pierre Chérid, identificado por sectores de la coalición abertzale Herri Batasuna como uno de los tres hombres que ametrallaron el bar Hendayais, y los hermanos Gilbert y Clement Perret fueron reclutados por el famoso comisario Roberto Conesa como informadores de la policía española. Nadie sabe hasta qué fecha los hermanos Perret mantuvieron esta relación con los servicios policiales españoles.

La muerte de Chérid

La muerte de Jean-Pierre Chérid el 19 de marzo de 1984, al estallarle en sus manos una bomba que pretendía colocar contra siete miembros de ETA, puso al descubierto que formaba parte de uno de los comandos que actuaban en el sur de Francia contra ETA. Estos comandos se autodenominan actualmente los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación).

Hasta esa fecha, y si no es por una fotografla suya aparecida junto a su cadáver, nadie le había vinculado al atentado de Hendaya. Chérid y los hermanos Clement y Gilbert Perret son, según sectores diferentes próximos al caso Hendayais, las tres personas que atravesaron la frontera, lo que en ningún momento ha sido negado por la policía. Oficialmente parece imposible también que los responsables policiales puedan afirmar o negar tales extremos cuando en el juicio celebrado en San Sebastián los responsables de los servicios antiterroristas en esa época afirmaron desconocer el nombre de los tres informadores de la policía española que cruzaron violentamente la frontera francesa porque reiteradamente declararon que sólo mantenían contacto con ellos a través de claves.

Antiguo miembro -de la OAS, Jean-Pierre Chérid trabajó para la policía española desde 1977, según reconoció su propia familia a este periódico, sin que hubiera ninguna respuesta oficial a esta afirmación. Tampoco ha sido desmentida nunca la vinculación de Chérid con los hermanos Perret desde el principio de sus actividades a sueldo de la policía española.

Tras su muerte, Chérid ha sido relacionado con toda una serie de acciones en la guerra sucia contra la organización terrorista ETA, atribuyéndosele una de las acciones más espectaculares contra la mencionada organización en el sur de Francia: el asesinato de José Miguel Beñarán Ordeñana, Argala, en diciembre de 1978. Argala organizó el atentado que acabó con la vida del almirante Carrero Blanco.

Los Perret se establecieron a partir de 1971 en Benicasim. (Castellón) y allí regentan actualmente una pastelería y el restaurante del aeropuerto deportivo de esta misma localidad castellonense, donde ayer se cometió el asesinato. La Jefatura Superior de Policía de Valencia planeó un registro de la pastelería de Benícasim por sospechar que pudiera encontrarse allí un arsenal de armas, después de que circularan diversas informaciones de que los hermanos continuaban trabajando para sectores parapoliciales.

Datos en Francia

El nombre de los Perret aparece por primera vez vinculado a un caso de guerra sucia contra ETA en el sumario instruido por la Corte de Apelación de Pau (Francia) sobre el asesinato de Justo Elizarán, ocurrido el 13 de septiembre de 1979 en Biarritz.

En el folio 12 de la sentencia de Pau, número 101/80, consta que a Maxim Szonek, uno de los mercenarios condenados por el asesinato de Justo Lizarán, se le intervinieron unas anotaciones con un teléfono de Castellón y los apellidos Perret Ortells, que corresponden, el primero, a Gilbert, y el segundo, a su esposa. La Corte de Apelación de Pau afirma en las conclusiones del sumario que no pudo recoger más información sobre este asunto.

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