Mitterrand ordena medidas contra quienes han mentido en el caso del 'Rainbow Warrior'
El presidente francés, François Mitterrand, exigió anoche a su primer ministro, Laurent Fabius, que tome medidas contra aquéllos que en la Administración han ocultado pruebas sobre la presunta intervención de los servicios secretos franceses en el hundimiento en Nueva Zelanda del buque ecologista Rainbow Warrior. La demanda de Mitterrand -que, con motivo del atentado contra el barco, se enfrenta a la más seria crisis política desde que accedió al Elíseo- parece ir dirigida directamente contra el ministro de Defensa, Charles Hernu.
Mitterrand escribe en su misiva que tras las revelaciones realizadas por la prensa sobre la implicación francesa en el atentado contra el buque del grupo ecologista Greenpeace, acción en la que perdió la vida un fotógrafo portugués, la "situación no puede continuar".Tras realizar un escueto comentario descriptivo sobre cómo se ha desarrollado la investigación oficial y cómo las prensa ha ofrecido informaciones que hasta ahora se habían ocultado, Mitterrand dice a su primer ministro: "Esta situación no puede continuar. Ha llegado el momento de realizar sin dilación cambios de personal y, si es necesario, cambios estructurales debido a estas omisiones. Tome las medidas necesarias a estos efectos".
La inesperada intervención de Mitterrand indica que el presidente ha perdido la paciencia con el ministro de Defensa, Charles Hernu, por los esfuerzos que éste realiza para echar tierra sobre la verdad y sobre si agentes de la Dirección General de Seguridad del Estado (DGSE, servicios de espionaje) realmente hundieron el Rainbow Warrior o solamente realizaron tareas de espionaje.
El martes el diario Le Monde acusó a Hernu y a dos generales de ordenar, o al menos de conocer, la operación y de mentir para ocultar la verdad. Al día siguiente Hernu, que todavía parecía contar con el apoyo presidencial, negó en televisión que se hubiera dado ninguna orden de hundir el barco.
Un tercer equipo
Pero la versión oficial de que la DGSE había enviado cinco agentes en dos equipos a Nueva Zelanda estrictamente con misiones de espionaje se vio puesta en evidencia ayer por las revelaciones del semanario L'Express. Según la revista, un tercer equipo, formado por un capitán y un sargento del Centro de Instrucción de Submarinistas de Combate de Aspretto (Córcega), fue el que colocó las bombas que hundieron el barco, informa Soledad Gallego-Díaz.El veredicto de no culpabilidad dictado por el informe Tricot en relación con las actividades de cinco agentes ha sido contestado no sólo por la prensa gala sino por las pruebas que llegan desde Nueva Zelanda.
El primer ministro neozelandés, David Lange, manifestó ayer mismo que Francia. había enviado más de cinco agentes a Nueva Zelanda. El diario New Zealand Herald publica que el comandante Jean-Pierre Dillais -jefe de dicho centro de instrucción, afecto a la DGSE- se hospedó en un céntrico hotel de Auckland entre los días 4 y 10 del pasado mes de julio, es decir hasta la misma fecha en que se cometió el atentado.
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