El Ayuntamiento propone la reforma del comercio minorista de alimentación en la ciudad de Madrid
El concejal coordinador del área de Abastos y Mercados en el Ayuntamiento de Madrid, el comunista Adolfo Pastor, propondrá a la Comunidad de Madrid y a los representantes del sector alimentario una reforma profunda del comercio minorista de alimentación en la ciudad, dirigida a fomentar la agrupación de los profesionales del ramo para conseguir beneficios económicos y de calidad para el consumidor. La reforma establecerá modificaciones en los requisitos exigidos para abrir nuevos comercios, así como criterios orientados a la agrupación de los comerciantes para la compra común de los productos.
"Ningún comerciante", explica Pastor, "será obligado a suscribir el acuerdo, pero los que no lo hagan no podrán beneficiarse de las subvenciones destinadas al sector".En la actualidad existen en Madrid 22.153 establecimientos de alimentación de venta minorista, de los cuales más del 64% son comercios denominados de puerta de calle, es decir, un local aislado dedicado a la venta directa de un producto alimenticio concreto. "Estas cifras", explica Pastor, "demuestran la necesidad de modernizar un sector que para subsistir suele trabajar con márgenes altos entre el precio de compra y el de venta, y con productos cada vez de menor calidad". La opinión de la corporación madrileña es que la única solución posible es la agrupación de los pequeños comercios en cadenas de compra, lo que les permitirá adquirir productos de mayor calidad a precios más baratos.
La propuesta que defenderá Pastor en las jornadas sobre la reforma del comercio de alimentación en Madrid, que se celebrarán durante los días de hoy y mañana establece nuevos criterios para autorizar la apertura de nuevos establecimientos comerciales. "En Madrid no habrá problemas de falta de suelo dedicado a uso comercial en los próximos años", dice Pastor, "pero los nuevos centros comerciales y mercados que se inauguren tendrán una estructura comercial diferente: los establecimientos tradicionales dedicados a la alimentación coexistirán con otros donde se venderán productos de uso corriente del sector textil, zapatería y otros".
Entre los requisitos que se exigirán para abrir un nuevo comercio se establece una superficie mínima dedicada a la venta de 24 metros cuadrados para los comercios especializados y 48 metros cuadrados para los comercios polivalentes. Esta medida es de gran importancia si se tiene en cuenta que en la actualidad funcionan en Madrid más de 10.400 comercios con menos de 16 metros cuadrados de superficie de venta.
Por otra parte, no se realizarán más concesiones de mercados municipales a particulares, sino que la gestión recaerá en, la asociación constituida por todos los comerciantes que tengan un puesto en cada uno de estos mercados. En el caso de las galerías de alimentación, que son de propiedad particular, el Ayuntamiento propondrá el cierre de las que funcionan mal, y ayudará a los comerciantes a adquirir la propiedad conjunta en el caso de las que han demostrado un funcionamiento positivo.
Respecto a los comercios denominados de puerta de calle, el Ayuntamiento ayudará a los comerciantes a asociarse en cadenas de compra que ya existen o a formar otras nuevas, con el propósito de conseguir una gestión común de compra.
Nuevas formas de distribución
"En ninguno de estos casos", declara Pastor, "Ios comerciantes serán obligados a suscribir el documento marco; sin embargo, los diferentes tipos de subvenciones u otras ventajas de tipo fiscal y de financiación estarán dirigidos a los minoristas que se adhieran al proyecto de reforma".Durante las jornadas también se presentará una propuesta de reforma del sector mayorista de alimentación. La innovación, no tan drástica como la propuesta en el caso de los comercios minoristas, consiste en permitir la instalación de otras formas de distribución mayorista que no sean los mercados centrales. "Ya existen almacenes y empresas dedicadas a comprar grandes cantidades en origen para distribuir entre sus propios establecimientos o los que están asociados", explica Pastor; "lo único nuevo es facilitar suelo en Mercamadrid para que realicen desde allí su labor". Los sectores interesados en este proyecto hasta el momento, según Pastor, son los de venta de frutas y pescados.
"Las dos formas de distribución", asegura el concejal de Abastos y Mercados, "son compatibles, y producirán a largo plazo un efecto lógico y beneficioso, la disminución del número de operadores mayoristas, que tendrán que asociarse para poder comprar más barato".
Según un censo realizado por la Comunidad de Madrid, en la región existen un total de unos 70.000 locales comerciales, que dan trabajo a una 150.000 personas. Juan José Lliterri, director general de Comercio, de la Comunidad, coincidió al señalar que el mayor problema del comercio minorista en la región es "su excesiva atomización".
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