20 asesinatos en menos de dos años
Con el atentado de ayer son ya 20 los muertos a manos de los GAL, casi siempre entre miembros de la comunidad de refugiados vascos y en territorio francés. La primera víctima de los GAL fue Ramón Oñaederra, Katu, etarra muerto a tiros en Bayona el 19 de diciembre de 1983. El dirigente de ETA Mikel Goikoetxea, Txapela, fue herido en San Juan de Luz el día 28 del mismo mes y cinco días después falleció.En Hendaya fueron asesinados los etarras Vicente Perurena y Ángel Gurmindo el 8 de febrero de 1984. El 25 de ese mismo mes fallecía en atentado el presunto miembro de ETA Militar Eugenio Gutiérrez Salazar. Jean-Pierre Leiba, empleado de los ferrocarriles franceses, sin adscripción política conocida, fue asesinado en la estación de Hendaya el 1 de marzo de 1984. El día 23 de ese mismo mes fue abatido a tiros en Biarritz por los GAL Javier Pérez de Arenaza, cuñado del dirigente etarra Domingo Iturbe Abasolo, Txomin.
Rafael Goikoetxea, presunto responsable de los pasos fronterizos de etarras, murió en atentado en la localidad francesa de Baigorri el 3 de mayo del mismo año. El 15 de junio fue gravemente herido en Biarritz el miembro de ETA Militar Tomás Pérez Revilla, que falleció 43 días más tarde. También se cree que este grupo asesinó a Christian Olascoaga el 18 de noviembre en la localidad francesa de Biriatou.
El primer atentado de 1985 se produjo el 29 de marzo en el café Pyrénees de Bayona, con la muerte del ciudadano francés Benoit Decastaing. Francisco Javier Galdeano, corresponsal del diario Egin en el País Vasco francés, fue asesinado en San Juan de Luz al día siguiente.
El 15 de junio fallecieron en el ametrallamiento de un bar de Ciboure los dos ciudadanos franceses Gino Doerr y Emile Wiess. En el centro de Bayona fue muerto a tiros, el 26 del mismo mes, Santos Blanco González, refugiado supuestamente vinculado a ETA Militar. Juan Manuel Otegui Elizondo, Txato, fue víctima de los GAL el 2 de agosto de 1985 en Saint Jean Pied de Port.
Los GAL también han sufrido atentados. Recientemente, el industrial francés Clément Perret -presuntamente vinculado, junto con su hermano Gilbert, a la guerra sucia contra ETA- murió a tiros el 16 de agosto en Castellón.
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