21 hospitales de Cataluña rechazan el plan de reconversión de la Generalitat

Los alcaldes y representantes municipales de las poblaciones en que se encuentran enclavados los 21 hospitales comarcales y municipales integrados en el Consorci Hospitalari de Cataluña acordaron ayer rechazar el plan de reconversión que prepara el Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat, y negarse a facilitar a los responsables del plan las cifras económicas solicitadas por éstos.El plan de reconversión ha sido planteado por la Generalitat para afrontar la grave crisis económica que atraviesa el sector sanitario y contempla la supresión de más de 3.000 camas hospitalarias.

Los alcaldes acordaron oponerse al plan "por considerar que la reducción de camas no debe afectar a los hospitales comarcales, porque existen fundadas dudas acerca de la viabilidad jurídica del proyecto en el sector público sanitario y porque no ha sido negociado previamente con los ministerios de Sanidad e Industria, de los que dependerá su financiación". Participaron en la reunión alcaldes y representantes de Barcelona, Manresa, Vic, Vilafranca, Granollers, Sabadell, Palamós, Mataró, Terrassa, Calella, Blanes, Badalona y Reus. La mayoría de estos alcaldes son socialistas y comunistas, y los restantes pertenecen a Convergència i Unió (CiU), coalición que gobierna la Generalitat.

El consorcio de hospitales municipales, pide a la Generalitat la entrega inmediata de 1.000 millones para poder garantizar la subsistencia de los hospitales hasta final de año. Los alcaldes acordaron estudiar la forma de efectuar un lock out o cierre de hospitales para los enfermos de la Seguridad Social, si el próximo 21 de octubre han recibido esa cantidad.

Varios de los alcaldes reunidos coincidieron ayer en valorar que el plan de reconversión "constituye una fuga adelante destinada a ocultar la responsabilidad contraída por el Departamento de Sanidad en la acumulación de un déficit que se acerca a 55.000 millones de pesetas". La Generalitat atribuye este déficit a la reducción del porcentaje de los presupuestos del Insalud que recibe Cataluña, cuestión que ha sido objeto de negociación entre ministros del Gobierno central y consellers de la Generalitat.

Una parte del déficit acumulado por el Instituto Catalán de la Salud (homólogo del Insalud estatal), ha sido trasferido a los hospitales concertados, que en Cataluña suman el 70% de las camas hospitalarias, por la vía de mantener congeladas desde 1983 las tarifas por la asistencia a enfermos de la Seguridad Social, lo que colocado a numerosos hospitales al borde del cierre.