Los deportes y el fútbol
En mi deambular por deportes considerados de minorías he podido constatar los diversos aspectos acerca de cómo se mueve el deporte español. Resulta casi insultante la escasa participación en sus organigrámas de las personas activas, aquellos que a diario aportan su esfuerzo en pro del deporte amateur. Lo que jamás llego a comprender es cómo una legislación o Gobierno socialista, con su profundo y propagado cambio, consiente, admite y promueve tantos descontroles, administrados por unos personajes que en razón de sus actuaciones dejan a un lado su condición, por la que fueron designados, para ejercer de meros funcionarios.Posteriormente contemplamos el sempiterno fútbol. Defendido por las personas que lo rigen, absorbiendo con la mayor complacencia de los citados y con su criterio organizado una gran parte de la economía general. Diferenciado de los demás en la consumación total de sus fabulosos ingresos, a pesar de sus conclusiones totalmente negativas a nivel internacional, sin apenas entidad o calidad.
Una nación que se precie de civilizada, con pretensiones de encajar en el concierto del deporte europeo o mundial, no debe humillar al resto de las actividades deportivas. Apoyados en su tesis por Prensa (sombrero), radio (capa) y televisión (espada).
Mientras, por decreto, cogen un punto más, respecto a los ingresos de las quinielas deportivas, los de más van sumándose a un ostracis mo manipulado, con unos tercer mundistas medios económicos, para desarrollar con dignidad sus programas y apretándose el cinturón un punto más. Lo cual, y según los textos constitucionales, no se imparte las mismas condiciones. ¿Dónde están tantas y tantas pro mesas vertidas? Para mí, todo ha quedado en sueños y quimeras, con una fuerte dosis de engaño.-
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