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EL DESARME

La URSS busca el apoyo unitario de sus aliados

Expectación en el bloque del Este ante la 'cumbre' soviético-norteamericana

Pilar Bonet

El dirigente soviético Mijail Gorbachoy busca en la cumbre, que está previsto que empiece mañana y dure hasta el miércoles, un apoyo unitario de sus aliados del Pacto de Varsovia hacia sus propuesta de desarme. Sin embargo, la concepción que el líder de la URSS tiene de esa unidad y el grado de flexibilidad que se permitirá dentro del bloque en el futuro están en gran parte por desvelar aún.

El programa del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), cuya publicación es inminente, aportará nuevos datos sobre el futuro de las relaciones entre la URSS y los aliados. Las posibilidades de maniobra de éstos dependerán, como hasta ahora, en gran medida de la evolución del clima Este-Oeste, y aquí desempeña un importante papel la cumbre soviética-norteamericana, que ha sido acogida con grandes expectativas entre los aliados de Moscú. Países como Hungría -con un 50% de su comercio con Occidente- o la República Democrática Alemana -con sus relaciones especiales con la República Federal de Alemania- tienen intereses importantes colocados en la distensión en el continente europeo.

Signos contradictorios

Los signos emitidos hasta ahora por Moscú en relación a los aliados europeos son contradictorios, pero entre observadores políticos en la capital soviética se da todavía como válido un artículo aparecido el pasado junio en Pravda y atribuido a un alto miembro del Comité Central y firmado con el seudónimo de VIadimirov.El artículo de Pravda era un alegato contra las tendencias nacionalistas, las iniciativas particulares y mediadoras de los pequeños Estados y el recurso a los elementos específicos. Basándose en la difícil situación internacional, el artículo se pronunciaba por "criterios más severos de solidaridad socialista y coordinación de acciones en relación a los enemigos de clase". Los encuentros del Comité Político Consultivo del Pacto de Varsovia eran una de las vías señaladas para el "fortalecimiento de los vínculos políticos" de la comunidad socialista.

El Consejo Político Consultivo, que está formado por jefes de partido, de Gobierno y ministros de Defensa y Exteriores, es el órgano supremo de la organización militar y política de los países del este europeo y es también el principal elemento coordinador -en teoría- de la política internacional del bloque.

Durante el liderazgo de Constantín Chernenko, este organismo, que sobre el papel debería reunirse dos veces al año, no se reunió ni una sola vez. Durante la década de los sesenta, el consejo se reunió un total de seis veces, y en los setenta, un total de ocho. Curiosamente, de 1971 a 19751 en la época en que la negociación para una seguridad en Europa era más intensa, el consejo sólo se reunió dos veces.

Ahora, bajo la dirección de Gorbachov, los contactos entre la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia parecen haberse intensificado. Con su viaje a Sofia, Gorbachov habrá despachado conjuntamente en tres ocasiones distintas con los jefes de partido de los países aliados. La primera fue durante el funeral de Chernenko. Las otras dos, en el seno del Consejo Político Consultivo. En Varsovia, en abril pasado, la reunión del consejo que prolongó el tratado del mismo nombre durante 20 años más fue de carácter extraordinario. Ahora, el encuentro se define como ordinario, pero no es posible predecir si ello supone una mayor regularización de este tipo de reuniones.

Además, y conexcepción del líder rumano, Nicolae Ceaucescu -quien mandó un telegrama de saludo a las autoridades soviéticas desde el avión que le llevaba a China recientemente-, todos los máximos dirigentes del Este europeo se han entrevistado ya individualmente con Gorbachov. En el terreno militar, los analistas occidentales no registran cambios significativos en el marco del bloque, cuyas fuerzas armadas conjuntas están bajo la dirección del mariscal soviético Víctor Kulikov, primer viceministro de Defensa. Ninguno de los deseos de alterar el tratado firmado en 1955 para hacerlo más flexible prosperó en abril pasado. Atrás quedaron las veleidades rumanas de establecer una rotación para el puesto de comandante en jefe de los ejércitos del Pacto de Varsovia y las presiones en el sentido de una mayor participación de Europa del Este en los mecanismos de dirección.

La instalación de los misiles operativo-tácticos en territorio de la RDA y Checoslovaquia, anunciada en su día por la URSS en el marco de las contramedidas por el despliegue de los misiles de la OTAN, se encuentra ahora congelada hasta el primero de noviembre, de creer el anuncio de moratoria efectuado por Gorbachov el pasado abril.

La llegada de estos cohetes había causado protestas públicas en la RDA, Checoslovaquia y Hungría, pero el tema no parece desempeñar en la actualidad un papel relevante.

Foro de respaldo

Desde mediados de los sesenta, el Comité Político Consultivo había sido utilizado como un foro para dar a conocer las resoluciones importantes en política internacional o para respaldar con el peso colectivo del Pacto de Varsovia iniciativas previamente anunciadas. Medios dIplomáticos occidentales opinan que en esta ocasión se tratará más de lo segundo que de lo primero, pero tampoco excluyen que se pueda anunciar algún tipo de propuesta paralela o complementaria a las dadas a conocer por Gorbachov en París y consistentes en una reducción del 50% en el número de armas estratégicas a cambio de una renuncia a la militarización del cosmos y la iniciativa de defensa estratégica (SDI).La cumbre podría, sin embargo, ofrecer detalles sobre la forma a adoptar en los eventuales contactos entre el Pacto de Varsovia y la OTAN y el intercambio de calendarios de actividades entre estos bloques.

En la última reunión regular del Comité Político Consultivo, celebrada en Praga en enero de 1983, el Pacto de Varsovia propuso a la OTAN la firma de un pacto de no agresión. La propuesta se encuentra hoy enmarcada en el foro de seguridad de Estocolmo y tiene perspectivas de salir adelante.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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