Cajamadrid, 86; Clesa Ferrol, 92

Cajamadrid y Clesa dieron toda una lección de heterodoxia, por lo que tardarán los técnicos en extraer consecuencias de lo que sucedió en Alcalá de Henares. Del Cajamadrid casi nada es ya explicable, incluso que su legión de tiradores ya no tiran, lo que es sinónimo de descomposición, y que Fede Ramiro, el base, defiende paso a paso, es decir, andando. El Clesa, voluntarioso de principio a fin, dio un incríble ejemplo de cómo, aún fichando a un pivot, se puede jugar 40 minutos sin pivots.

El partido fue igualado en todo momento, salvo una tímida esca pada del Clesa en la segunda parte. Davis, un alero, se destacaba como el mejor tirador y como el más espectacular reboteador. El Clesa jugaba sin bases, por lo que el Cajamadrid no se molestaba en presionar a quienes subían el ba lón con visible torpeza. Como compensación, el Clesa, con el temido Lavodrama en sus filas, colo caba a los pivots sobre la línea de 6,25. En tales circunstancias, el pronóstico era difícil y la igualdad, por exceso de desconcierto, predo minó hasta el punto de provocar dos prórrogas. Y resolvió el Clesa malamente.