La selección española de fútbol despierta respeto en el extranjero a 40 días de su viaje a México
Los éxitos de la selección española de fútbol en sus partidos de preparación han contribuido a despertar sentimientos optimistas en España con vistas a la fase final del Mundial 86 y a aumentar entre sus rivales su imagen de equipo peligroso y con aspiración seria a hacer "algo sonado", expresión utilizada por técnicos y jugadores. "Nadie nos quiere como adversarios, y ése es un buen síntoma", afirma Miguel Muñoz, el seleccionador. España viajará a México el 5 de mayo con la moral de haber jugado cinco partidos con el resultado de cuatro victorias y un empate, 10 goles a favor y ninguno en contra.
El fútbol español atraviesa un buen momento. Hace tiempo que no conseguía tan buenos resultados a todos los niveles y vuelve a ser respetado en el extranjero. El diario deportivo italiano La Gazzeta dello Sport decía ayer: "La selección de Muñoz ha confirmado el feliz momento del fútbol español. España tiene capricho, imaginación, inspiración, confianza en sus; propios medios y velocidad. No es casualidad su impresionante progresión. Quienes pasan por furia roja saben también jugar al fútbol en una distensión alegre y dinámica, fuertes en la técnica y en el gusto estético". Y la Prensa brasileña advierte ya del peligro español, por cuanto Brasil figura en el grupo (le España.El fútbol español está, pues, de moda. Frente a la justa acusación en muchos encuentros de falta de calidad individual y de bloque, técnicos y jugadores oponen la no menos evidente cuenta de los resultados, que es lo que al final le queda al aficionado medio para la discusión. La selección A, que dirigen Miguel Muñoz y Vicente Miera, es la actual subcampeona de Europa, aunque ello se propiciara, tras unos inicios mediocres en la fase final, con un gol de Maceda en el último minuto del partido contra la RFA y superando a Dinamarca tan sólo en el lanzamiento de los convencionales penaltis de desempate; se ha clasificado otra vez primera de grupo -por delante: de Escocia, Gales e Islandia- para un Mundial, y ha sido designada cabeza de serie para la próxima Eurocopa, cuya fase final se disputará en la República Federal de Alemania, lo que le ha dado la fortuna de entrar en un grupo relativamente sencillo, con Rumanía, Austria y Albania.
La selección sub 21, que prepara Luis Suárez, también es la subcampeona de Europa -perdió la final con Inglaterra- y el miércoles logró ya su clasificación para las semifinales de la actual edición del torneo al eliminar a Francia. Y la juvenil, con Jesús Pereda como responsable, ostenta el subcampeonato del mundo -perdió la final contra Brasil-.
A ello hay que unir las clasificaciones del Barcelona, el Atlético de Madrid y el Real Madrid para las semifinales de las tres competiciones europeas de clubes, en las que España es el único país que ha metido tres equipos.
Ambiente de euforia
Espejismo o no, con fortuna o sin ella, lo cierto es que: se ha creado un ambiente de euforia, probablemente desmesurado, pero que tiene su reflejo en la fe y la convicción en sus propias fuerzas con que la selección nacional ha encarado su preparación ante el Mundial 86. Tras un empate, 0-0, contra Austria, España ha superado consecutivamente a cuatro de los conjuntos clasificados para la cita mexicana: Bulgaria (2-0), URSS (2-0), Bélgica (3-0) y Polonia (3-0). Y lo ha hecho con un sorprendente fútbol coordinado, basado en la solidez de un .sistema defensivo al que apoyan los centrocampistas, en la capacidad técnica de la línea medular -en la que incluso sobran jugadores para formar dos cuatros con idéntica calidad- y en el descubrimiento del dúo Butragueño-Julio Salinas, quienes lo fían todo a la improvisación, pero que se complementan con facilidad.
Poco parece importar ahora que España no juegue ningún encuentro en abril, con lo que puede ver cortado su buen ritmo, o que algunas consignas antes de los encuentros puedan ser del estilo de "cuidado con los delanteros rivales, que son muy altos", o que algún veterano recuerde en los vestuarios que la figura de Bélgica, Enzo Scifo, suele jugar por delante de su defensa y no por la banda derecha y que, por eso, "quizá sea preferible" que esté pendiente de sus movimientos Víctor y no Camacho.
Pero Muñoz sí ha trazado las líneas claves de un sistema definido, con cuatro defensas contundentes y cuatro centrocampistas creadores y con espíritu de sacrificio defensivo; ha dado rienda suelta a la espontaneidad de su dúo de ataque y hasta ha puesto en práctica una moderna presión sobre los jugadores rivales desde el momento en que éstos inician la organización del juego en los primeros metros.
Els necesario recordar, sin embargo, que los partidos jugados se han tomado como amistosos, en la más correcta acepción del término, por algunos de los adversarios de España y que el árbitro del último encuentro, frente a Polonia, le perdonó un penalti al equipo español, por clara falta de Gallego a Boniek, que pudo suponer el empate, 1-1, cuando en la jugada siguiente se pasó al 20.
Los goles de Julio Salinas
Pero hay bastantes notas positivas. Julio Salinas ha jugado tres partidos y sale agol por encuentro cuando en el Athlétic ha marcado igual número en todo el campeonato de Liga y le llaman el rey del fallo. "Tengo suerte y juego muy a gusto en la selección", dice el bilbaíno. Butragueño afirma: "Julio sale a gol por partido. A mí no me importa que sea el máximo goleador del equipo; ojalá lo sea del Mundial. Esto, más que una selección, es un equipo". Francisco dice: "Cada vez me muevo más cómodo en la selección y pierdo los complejos".
Hasta Muñoz habla ya así: "Los jugadores asimilan cada vez mejor mis sistemas, la presión sobre el contrario, la movilidad". Lo definitivo ha sido la advertencia y posterior amenaza al resto de selecciones del jugador más optimista del fútbol español, Rincón: "Vamos a ser campeones del mundo, seguro. Que tengan los demás equipos mucho cuidado con España porque es favorita para lograr el Mundial".
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