Juana de Aizpuru: "Yo pensaba continuar en Arco hasta que la feria se consolidara, pero la situación es insostenible"

Arco 86 se celebra entre el 10 y el 15 de abril; durante esos días se darán cita en Madrid 173 galerías en una nueva edición de esta Feria de Arte Contemporáneo que ha estado precedida por la polémica. En el centro de ella planea el nombre de Juana de Aizpuru, su directora, cuyo cese pidieron algunos de sus colegas. Finalmente, Juana de Aizpuru ha dimitido, en compañía del comité organizador, con el acuerdo de seguir en sus respectivos cargos sólo hasta la celebración de esta edición. "Yo pensaba continuar hasta que Arco se hubiera consolidado", dice Juana de Aizpuru, "hasta conseguir ese mercado internacional que todos esperamos", y añade: "Pero la situación es bastante insostenible".

Juana de Aizpuru, galerista, abuela de dos nietos, vallisoletana de nacimiento, madrileña de adopción, vecina de Sevilla, fue la fundadora de Arco, la que tuvo la idea, la diseñó y la realizó. Viene realizándola desde hace cinco años y quizá éste sea el último.Estos días previos a la realización de Arco 86, Juana de Aizpuru los pasa casi al completo en las oficinas de la Institución Ferial de Madrid (Ifema), organizadora de Arco, en la Casa de Campo madrileña.

Antes de concertar la cita, la directora de Arco ha querido asegurarse de que "su intención como periodista no es la de crear más polémica sobre Arco, sino la de apoyar esta feria tan importante".

"Hay que dejar de hablar de las personas para empezar a hablar ya de Arco, que es lo importante", decía Juana por teléfono. Pero ella, una persona, es una de las bazas más importantes que se están jugando en Arco. Su cese fue la exigencia de sus colegas. Después de Arco 86, Ifema, que siempre apoyó a Juana de Aizpuru, tendrá que aceptar la dimisión del comité organizador y de la directora.

"Es una situación bastante insostenible", dice Aizpuru preguntada sobre su posible continuidad en caso de que Ifema se lo propusiera. "Tengo abandonados mis negocios y tengo abandonada mi familia. Estoy haciendo una labor que creo que es beneficiosa para el arte español y que también me repercute a mí a nivel personal, no lo niego. Así que, después de hacer este esfuerzo, tampoco es agradable salir todos los días en el periódico y ver que unos colegas se están metiendo contigo", afirma Juana de Aizpuru.

"Soy directora de Arco desde hace cinco años y nunca pensé estar en esto toda la vida, pero si es verdad que pensaba continuar hasta que la feria estuviera más consolidada. Hasta que este comercio internacional de arte que todos esperamos se desarrollara aunque de una forma incipiente. Para conseguirlo es lógico que yo, que empecé Arco, influya más en los galeristas extranjeros para que sigan viniendo, que no un desconocido".

"Soluciones de emergencia"

Un cargo esencial pesa sobre Juana de Aizpuru: el ser galerista. Sus colegas opinan que el puesto de rector de una feria de arte debe estar en manos de un ejecutivo sin intereses particulares. Otra de las acusaciones ha sido la de ejercer su cargo sin consultas previas."El comité organizador ha tenido siempre reuniones periódicas", dice Juana de Aizpuru, "pero en estas cosas ya se sabe, que no se puede hacer lo que todos quieren. Puede ser también, no lo niego, que en algunas ocasiones haya tomado yo soluciones de emergencia, porque hay tres reuniones anuales del comité, pero aquí están pasando cosas todos los días. Hay imprevistos constantemente. Piden que el comité sea un comité ejecutivo y que el director sea un cargo administrativo que cumpla las órdenes de ese comité, y ahí es donde no pudo haber acuerdo con Ifema. Porque Ifema no puede poner más que un comité asesor; va en contra de sus estatutos. Que me cesen a mí por ser del gremio me parece casi justo".

Sin embargo, Juana de Aizpuru opina que es mejor que el director de Arco sea galerista. "Lo creo sinceramente. Lo sé porque yo estoy aquí todos lo días y veo que si yo no tuviera experiencia profesional como galerista de muchos años yo no sabría salir de ciertos atolladeros en los que de repente me veo metida".

Quejas

En cuanto a las quejas de sus colegas sobre la disposición arbitraria de espacios en la feria, Juana opina que son quejas "lógicas" y no tiene ningún inconveniente en admitir que ella personalmente es la que reparte el pastel espacial."Algunos se sienten muy marginados porque no están en Arco y es que desde el principio nos planteamos que ésta iba a ser una feria selectiva. El comité es el que selecciona a las gelerías que quieren participar. Los sitios, después, los doy yo. Lógicamente, los mejores lugares los conservan las galerías que han venido otros años. Los que quedan libres se reparten entre todas las peticiones que hay. Porque todos los años hay muchas más peticiones que los espacios que se te quedan libres. Yo voy a Basilea y no veas los méritos que tienes que hacer para ir mejorando de sitio. El primer año te toca en la esquinita y si vuelves el segundo año y, además, avisas con tiempo, mejoras de sitio". [Al final de la entrevista, Juana de Aizpuru mostrará con naturalidad el plano de la disposición de los pabellones para Arco 86. Su galería, como en ediciones anteriores, ocupa un amplio, céntrico y estratégico lugar.] "En Basilea", continúa Juana de Aizpuru, "tienen esperando a unas 500 galerías y creo que hay que esperar hasta siete u ocho años para entrar".

En los 266 pabellones de este Arco 86 habrá 98 galerías españolas, 75 galerías extranjeras, 24 revistas españolas y 23 revistas extranjeras. En total, habrá en esta edición 16 países representados. Las actividades culturales paralelas a celebrar en este Arco 86 contienen, entre otros, un ciclo de cine de dibujos animados con la proyección de los más antiguos filmes del género, mesas redondas con directores de museos de todo el mundo, con críticos de arte y con cineastas españoles y homenajes a Fernando Zobel y Eusebio Sempere, 'mpulsores del arte español fallecidos el pasado año.