La inflación, problema olvidado de América Latina

ENVIADO ESPECIALLa espectacularidad del endeudamiento externo de los países latinoamericanos ha puesto en segundo término la existencia de un problema estructural, latente en toda la zona: la inflación. Pese a este olvido, el fenómeno inflacionario rebrotó durante 1985, de forma que al concepto ya clásico de inflación latinoamericana se le añadió otro desconcertante y superior: la hiperinflación (inflación sostenida superior al 1.000% anual). La tasa media simple del alza de los precios al consumidor subió de 164% en 1984 a 610% en 1985, mientras que la tasa ponderada por la población se elevó entre esos años de un 185% a un 330%.

Aunque en estos momentos influyó fuertemente la excepcional magnitud que alcanzó la inflación en Bolivia -que se quintuplicó, pasando de algo menos del 2.200% en 1984 a casi 11.300% en los 12 meses terminados en noviembre de 1985-, el ritmo medio del incremento de los precios fue también muy alto (144%) en el conjunto formado por las demás economías de la región.

Al estudio de este fenómeno se va a dedicar el seminario titulado precisamente La aceleración inflacionaria en América Latina, que ayer comenzó a celebrarse en Caracas. El seminario reune a economistas de todo el subcontinente, bajo el patrocinio del Instituto de Cooperación Iberoamericana, la universidad Internacional Menéndez Pelayo y los centros Ideas y Cendes de Venezuela. Los textos del seminario serán publicados posteriormente en la revista Pensamiento Iberoamericano.

Las razones del seminario son meridianas, según los organizadores: "En primer lugar, la diseminación e intensificación del fenómeno. Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en el período 1965-1969 sólo una economía regional exhibía alzas de precios superiores al 50% anual. En 1984, el número de afectadas en esa escala había llegado a siete, abarcandolla abrumadora mayoría de la población del área, con el agravante de que cinco de ellas sobrepasaban el 100% anual y dos de este grupo se empinaban sobre el 675% y el 1.000%". Los datos de 1985 abundan en esas razones. Además, el estudio académico del fenómeno inflacionario padece un flagrante déficit, "de modo que tanto la familia ortodoxa como la heterodoxa han contraído una considerable deuda con la realidad, que debe ser enfrentada con una renovación sustancial de las ideas y controversias del pasado, las cuales también serán objeto de estudio en el seminario".

Democracia y precios

Los organizadores manifiestan por último que "estas preocupaciones tienen un relieve muy especial en esta coyuntura latinoamericana por su patente vinculación con los procesos de democratización en marcha de la región, como también para otros países empeñados en mantener las normas de convivencia democrática a pesar de las serias urgencias económico-sociales y también para algunos que se empeñan por sumarse a la corriente y que temen que las turbulencias inflacionarias puedan amargar o frustrar su transición hacia ese puerto".Los procesos inflacionarios se tomaron más generales en 1985. En este ejercicio los precios al consumidor se elevaron menos del 10% tan sólo en Barbados, Haití, Honduras, Panamá y Venezuela. En los restantes 16 países, según CEPAL (fuente estadística más fiable), el ritmo de inflación fue bastante más elevado, alcanzando dimensiones enormes en Perú (170%), Brasil (218%), Nicaragua (250%) y Argentina (463%).

No obstante, en la segunda mitad de 1985 se realizaron avances importantes en la lucha contra la inflación en no pocos países de la región. Estos avances alcanzaron resultados espectaculares en Argentina, Bolivia y Perú (países en los que el proceso inflacionario se había acelerado intensamente en los primeros seis o nueve meses del año) y fueron mucho menos notorios, pero también importantes, en Colombia, Chile, Ecuador, Costa Rica y Venezuela.

En Argentina se puso en marcha el plan Austral, que ha resultado en una brusca caída de la inflación, tras una reducción radical de las expectativas inflacionarias y la eliminación del enorme componente inercial de esa inflación.