Tres escalas para un exilio
El día 25 de febrero de 1986, nueve horas después de proclamarse presidente, Ferdinand Marcos huyó del palacio de Malacañang a bordo de un helicóptero que le trasladó a la base estadounidense de Clark, donde pasó la noche, después de haber sido sometido a un reconocimiento médico que duró dos horas. De madrugada voló en un avión hospital norteamericano a la isla de Guam, una gran base militar de EE UU situada al este de Filipinas y a 3.300 millas al oeste de Hawai en el océano Pacífico, donde pasó trece horas. Unas 60 personas acompañaron a Marcos en esta primera etapa de su exilio, entre ellos su familia y sus más próximos colaboradores, como el general Fabián Ver.
Marcos intentó en un primer momento quedarse en Filipinas, pero Corazón Aquino explicó a los norteamericanos que sería dificil controlar las tensiones que provocaría su permanencia en el país.
La tercera escala del exilio de Marcos fue Honolulú, al norte del archipiélago de Hawai, el pasado 26 de febrero, donde fue de nuevo sometido a tratamiento médico debido a la grave enfermedad que afecta a sus riñones. La Casa Blanca declaró que existía la posibilidad de que Marcos se quedara a vivir en Hawai, donde posee una casa y también viven dos íntimos amigos suyos millonarios.
Oficiales de la Administración Reagan informaron el 20 de marzo que Marcos probablemente iría a Panamá para evitar ser procesado por los tribunales estadounidenses.
El 21 de marzo, el Gobierno de Panamá rechazó la petición de asilo político formulada por Marcos.
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