Juan Barranco cumple en Fuencarral la primera de sus visitas a los distritos madrileños

El alcalde de Madrid, Juan Barranco, realizó ayer en el distrito de Fuencarral la primera de las 18 visitas programadas en los 18 distritos madrileños. A lo largo de toda la jornada, Barranco recabó información sobre el terreno de los proyectos en marcha, dialogó con los vecinos que se le acercaron -el alcalde aún no suscita el sentido de familiaridad que acompañaba a Tierno Galván, ni parece que quiera forzar dicho sentimientos-, y afimó que Fuencarral se convertirá en unos años "en uno de los distritos más bonitos de Madrid".

La visita terminó con la inauguración de la piscina cubierta del polideportivo de la calle de Monforte de Lemos. Previamente, el alcalde se reunió con el presidente de la junta municipal, Adolfo Pastor -que estuvo a punto de no poder asistir por un motivo más que justificado: su mujer dio a luz ayer-, y los vocales de la misma. El recorrido se inició por el barrio de Santa Ana, casi vacío a las cinco de la tarde, por lo que la presencia del alcalde pasó poco menos que inadvertida, a no ser por algunos vecinos y un grupo de niños que se unió a la comitiva y hablaron con el alcalde en un lenguaje más que coloquial, y que Barranco domina perfectamente por su adscripción vallecana.El itinerario continuó por el margen de la colonia Mirasierra, Pastor mostró al alcalde los descampados en los que se asienta el núcleo de chabolas conocido como de la Cruz del Cura, donde hace apenas un mes murieron dos niños de corta edad en el incendio de una de ellas. Los descampados albergarán en unos años un polideportivo, diversos equipamientos colectivos y una colonia de viviendas de promoción pública en la que se alojarán los actuales chabolistas.

De forma similar, las familias que habitan un grupo de casas bajas en el barrio de Peñagrande serán realojadas en un edificio en construcción. Los terrenos liberados se utilizarán también para la construcción de instalaciones culturales y deportivas, además de un grupo escolar. Pastor explicó al alcalde los detalles de cada obra, intercalando anécdotas que son la vida diaria del barrio, como otro grupo de casas bajas que ha quedado completamente cercada por bloques de 10 y más pisos o el moderno edificio cuyas viviendas no se venden porque, dijo Pastor, los posibles compradores se inhiben al observar las chabolas cercanas ocupadas por familias gitanas. Las obras en marcha en todo el distrito, junto a otros grandes proyectos, como el de la avenida de la Ilustración, harán de Fuencarral uno de los distritos más bonitos de Madrid, en palabras del propio alcalde.

Hasta entonces, la visita había discurrido casi exclusivamente por descampados. Al llegar a la Vaguada, donde se construye actualmente el futuro centro cívico del barrio del Pilar, se pudo observar su grado de popularidad entre el vecindario (las referencias con Tierno son inevitables en estos momentos).

Barranco aún no suscita el sentimiento de familiaridad que acompañaba a Enrique Tierno. Lo sabe y no parece que se esfuerce en provocarlo. Los vecinos miraban la comitiva con curiosidad, y algunos preguntaban a otros quién de todos era el alcalde de Madrid. "Es ése, el del traje azul oscuro", señalaban los más informados. Poco a poco, los vecinos fueron rodeando al alcalde, y al final, Barranco terminó hablando con un grupo de personas sobre los problemas de inseguridad física para los niños que plantean los numerosos perros sueltos sin bozal por el parque.