Rechazada una querella por imprudencia contra el doctor Rivera
El juez de instrucción número 28 de Madrid ha desestimado la querella presentada por imprudencia profesional contra el doctor Ramiro Rivera y otros cirujanos, que implantaron un nuevo modelo de válvulas cardiacas.
Dichas válvulas tuvieron que ser sustituidas posteriormente en la mayoría de los pacientes. En la querella, presentada por Cristina Almeida en representación de uno de ellos, Eduardo Calvo Gómez, se recogía que estas válvulas habían sido implantadas a 200 pacientes.
Sólo una veintena sobrevivía con la misma prótesis, y cerca de un centenar había fallecido, según los datos hechos públicos en septiembre de 1985.
El juez ha entendido ahora que las complicaciones sufridas por Eduardo Calvo Gómez no se debían a esta válvula. La querella se dirigía también contra la sociedad fabricante de las válvulas cardiacas (Xenofic y Durofic Implame-dic), compuesta por los doctores Diego Figuera Aymerich y José Luis Castillo Olivares.
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