La puerta real de los Comunes se abrió para recibir a Juan Carlos I
El Rey de España entró ayer en el Parlamento británico -los Comunes- por la Sovereign Entrance (puerta real), convirtiéndose en el primer jefe de Estado extranjero que goza de esta distinción. Don Juan Carlos era también el primer rey extranjero que se dirigía a los parlamentarios del Reino Unido. Hasta el momento, la nómina de jefes de Estado extranjeros que habían hablado ante el Parlamento de Londres se reducía a los presidentes de Francia Charles de Gaulle y François Mitterrand, y al de Estados Unidos, Ronald Reagan. Para todos ellos, sin embargo, se guardó para la ocasión una entrada de menor rango: la Traders Entrance (puerta de los comerciantes).
En su discurso ante los miembros de la Cámara de los Lores y la de los Comunes, pronunciado íntegramente en inglés, el Rey de España aludió expresamente al problema de Gibraltar. "El diálogo" iniciado por los dos países sobre Gibraltar constituye "un paso adelante, pero queda todavía mucho por recorrer", dijo. "Confío", añadió, "en que nuestros Gobiernos sabrán estar a la altura de la historia para encontrar aquellas fórmulas que permitan transformar cualquier sombra en un elemento de concordia para la más amplia cooperacion entre ambos países y para el bien de todas las partes interesadas y del futuro de Europa".Fue el presidente de la Cámara de los Lores, lord Hailshan of St. Marylebone, vestido con la tradicional toga y peluca, quien pronunció el discurso de bienvenida al Rey en el Parlamento británico. Voces de asentimiento y una gran ovación inesperada acogieron las palabras de lord Hailshan cuando calíficó al Rey de España de "guardián y depositario de las libertades españolas". Por su parte, el líder conservador en la Cámara de los Comunes, Biffen, reiteró parte de las ideas expresadas por lord Hailshan, concluyendo su intervención con gritos, pronunciados en español, de "¡Viva el Rey!" y ¡Viva España!".
En las filas laboristas -cercanas a la tribuna de Prensa- se escucharon comentarios elogiosos durante la intervención de Juan Carlos. Una prolongada ovación cerró el discurso del Rey, que se vio obligado a levantarse de su asiento para corresponder con leves gestos de agradecimiento, visiblemente emocionado. La primera ministra británica, Margaret Thatcher, presente en el acto, aplaudía sonriente. Cerca de ella, otros antiguos jefes del Gobierno británico -Harold Wilson, Edward Heath y James Callaghan- se unían a las ovaciones de todos los parlamentarios.
Páginas 13 y 14 Editorial en la página 10
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