El ministro de Defensa de Colombia asegura que el M-19 tenía previsto matar a sus rehenes en la toma del Palacio de Justicia

Los guerrilleros del Movimiento Diecinueve de Abril (M-19) que ocuparon el pasado 6 de noviembre el Palacio de Justicia de Bogotá "entraron en combate bajo los efectos de la droga" y tenían "el premeditado y nefasto propósito de dar muerte a los miembros de la Corte Suprema de Justicia", afirmó el ministro de Defensa de Colombia, general Miguel Vega.

En las primeras reacciones a la declaración del ministro de Justicia, Enrique Parejo, ante la comisión oficial investigadora del suceso, que concluyó con la muerte de 95 personas, filtrada el pasado sábado a la Prensa, el general Vega sostuvo que "la hipótesis temerariamente lanzada por algunos" en el sentido de que la acción de los cuerpos de seguridad provocó la muerte de rehenes "es completamente falaz". Parejo, en su declaración ante la comisión oficial investigadora de los sangrientos hechos, expresó que los cuerpos de seguridad actuaron por cuenta propia, sin acatar las disposiciones del Consejo de Ministros, y a sabiendas de que el asalto provocaría la muerte de rehenes."El presidente [Belisario Betancur] no tenía nada que negociar" con "una banda de fanatizados, un grupo de alucinados", que estaban drogados, según aseguró el ministro de Defensa, aludiendo a los guerrilleros del M-19 que ocuparon el Palacio de Justicia.

El ministro de Defensa maniflestó que había explicado "ampliamente" a los miembros del Gabinete los riesgos que entrañaba la acción militar. "No hubiera podido garantizar que en esta operación no habría muertes", señaló Vega, quien opinó que la acción militar "fue efectiva, al obtener la liberación de la mayoría de los rehenes y detener la agresión de los terroristas".

Tras 28 horas de combate, el Ejército colombiano recuperó el control del Palacio de Justicia, que quedó convertido en ruinas como consecuencia de un incendio y de los efectos del tiroteo. Noventa y cinco personas murieron al menos en la lucha, entre ellas 11 jueces de la Corte Suprema -incluido su presidente, Alfonso Reyes-, 10 militares, la totalidad de los guerrilleros -40, según la versión oficial- y un número indeterminado de civiles, cuya cifra no ha podido ser precisada, pues muchos cadáveres eran irreconocibles.

"Se nos habla de los muertos,¿y qué de los vivos?, ¿qué de las 215 personas que, gracias a las fuerzas del Ejército y a la determinación del Gobierno, gozan hoy de salud?", se interrogó el ministro de Defensa. Las víctimas habrían sido menos "si no hubiera sido por la absurda decisión de los guerrilleros, dispuestos a todo", añadió.

Vega negó que la vigilancia policial del Palacio de Justicia fuera eliminada el 6 de noviembre, día de la toma. Sin embargo, el ministro de Justicia, en su declaración ante la comisión investigadora, dijo que en esa fecha, por motivos que se ignoran, se retiró la custodia del edificio.

El ministro de Defensa, en su relación de los hechos, aseguró que, frente a todos los intentos de diálogo que hicieron los militares, la respuesta de los guerrilleros siempre fueron las balas. Refiriéndose a la polémica sobre el asalto al cuarto de baño del tercer piso, donde algunas versiones afirman que los militares mataron a los rehenes mientras otras establecen que fueron los guerrilleros, el general Vega se limitó a decir que el Ejército Regó al cuarto de baño "neutralizando toda resistencia".