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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

"Si lo sé no vengo"

Después de leer el reportaje realizado por EL PAÍS con fecha 29 de agosto, tengo que aludir a unos hechos que yo misma observé y de los que fui protagonista.Cuando llegué a las instalaciones de RTVE en Pozuelo me dije a mí núsina: "Si lo sé no vengo"; había multitud de jóvenes de todo tipo (rubias, morenas, altas, bajas, etcétera). Más que a una plaza de presentadora de TVE, parecía que íbamos a un concurso de miss Universo, compitiendo en belleza, moda y expresión (según han dicho).

Cuando íbamos llegando nos poníamos en fila, entregábamos el carné de identidad, y a esperar que nos nombrasen en la sala de espera, como digo yo; entre tres y cuatro horas consistía tan ardua velada, que se hacía interminable.

Llegué a las once de la mañana y, con la poca gente que había, me llamaron a las tres y media de la tarde; ¡creía que me iban a dar las uvas!

Efectivamente, subí con 12 chicas, y antes de entrar había otras cuatro más. Nos hicieron pasar a un grupo de siete personas.

Pasamos y nos dijeron: "A ver, separaos que os echemos un vistazo". Nos quedamos de pie, mirando perplejas a esas dos personas que parecía que nos iban a ejecutar de un momento a otro.

De pronto, el señor más mayor empezó por la primera de su dereclia hasta el final: "Nombre..., teléfono"; el otro señor más joven parecía que nos miraba de reojillo, sin demasiada atención.

De repente, una de las chicas dijo: "Bueno, si sirve de precedente, soy actriz, y mi amiga también". Yo no me dejé intimidar y contesté: "Yo soy estudiante de periodismo, por si sirve de algo". Y me contestó que este dato no lo tomaría en cuenta, porque ya habían venido muchas periodistas y estudiantes de ello.

Siempre se dice: "Los últimos serán los primeros", pero aquí no sucedió lo mismo, aparte de que sólo nos preguntaron el nombre y el teléfono, ni siquiera nos dejaban ex resarnos, pues parecía que estaban hasta el gorro de tanta pasada femenina.

Hay que reconocer como dato sobresaliente la mala organización, su pérdida de tiempo y sus malas consideraciones hacia las personas que quieren conseguir un puesto de trabajo relacionado con los medios de comunicación de masas.-

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