Más de 100 ex 'etarras' condenan en una asambea el asesinato de 'Yoyes'

Más de un centenar de antiguos activistas de las ramas militar y político militar de ETA acogidos a las medidas de reinserción social han suscrito un manifiesto que condena sin paliativos el asesinato por la organización terrorista de su antigua ex militante María Dolores González Cataráin, Yoyes. El texto, que fue aprobado en el curso de la asamblea celebrada ayer por la tarde en San Sebastián, advierte que ninguna amenaza logrará hacer cambiar de criterio a estos antiguos etarras. La asamblea acordó también apoyar el acto de homenaje que está organizando una comisión de vecinos de Ordizia, localidad guipuzcoana de la que era natural Yoyes y en la que fue abatida por tres disparos el 10 de septiembre.

La misma comisión va a pedir al Ayuntamiento que dé el nombre de Yoyes a una calle de la villa.El documento, cuyos promotores esperan alcanzar en los próximos días 600 firmas de personas que han abandonado ETA en un momento u otro de su historia, afirma que, "según todas las evidencias, ETA Militar no es consciente de su creciente aislamiento y, en su delirio, se siente legitimada para repartir patentes de abertzalismo e incluso para eliminar físicamente a todo aquel que se resista a ser arrastrado por su dinámica, basada, por cierto, en planteamientos de hace 20 años".

El manifiesto finaliza con una solemne declaración de los antiguos etarras: "Ninguna amenaza, aunque parta de personajes de vesania tan acreditada, hará modificar nuestro posicionamiento".

"Haceinos nuestras las palabras de Yoyes", prosigue el comunicado, "cuando se le preguntaba por qué no huía de Euskadi: 'Yo no necesito la autorización de ETA para seguir mi vida cotidiana ni para pasear con mi familia. Yo no me voy a reftigiar por ETA'. Mientras el grupo marginal de ETA Militar destruye y siembra intolerancia y odio, nosotros continuaremos en nuestro puesto, insertos en el pueblo al cual pertenecemos y luchando por su libertad y su soberanía".

Por otra parte, ayer fue detenido en Francia el supuesto militante de ETA Juan Carlos Arriaga, sobre el que pesa una orden internacional de busca y captura.

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