Victoria del partido del Gobierno en las elecciones parciales turcas

El Partido de la Madre Patria, en el Gobierno, obtuvo la victoria -con seis escaños de los 11 en disputa- en las elecciones parciales turcas celebradas el domingo. Los conservadores del Partido de la Justa Vía, encabezados por Suleiman Demirel, lograron cuatro, y uno el Partido Socialdemócrata Popular, de Erdal Inonu.Los comicios -verdadera encuesta entre los tres millones de electores de cara a las elecciones generales de 1988- han mostrado la fuerza de una derecha dividida y la emancipación de Turquía de los designios de los militares que dieron el golpe en 1980.

Tanto Suleiman Demirel, conservador, como Bulent Ecevit, un socialdemócrata histórico, tienen prohibida toda actividad política hasta 1992. Sin embargo, desde la penumbra a que le somete la Constitución militar de 1982, el Partido de la Justa Vía, que teledirige Demirel, ha logrado situarse a menos de nueve puntos de distancia de la derecha gubernamental, el Partido de la Madre Patria, del primer ministro, Turgut Ozal. Éste ha obtenido sólo un 32% de votos (en 1983, un 44%). Pese a su único escaño, los nuevos socialdemócratas de Erdal Inonu lograron el 27,2%.

Dado que en Turquía el partido comunista, tradicionalmente prohibido, no sirve a fines disuasorios, Turgut Ozal despliega a raíz de sus malos resultados electorales el fantasma de "la vuelta al pasado". Recuerda así los años setenta, que precedieron al golpe, cuando caían diariamente en tiroteos y atentados ocho personas por término medio.

Suleiman Demirel, apodado El Magnífico por legiones de artesanos, miembros de la clase media y campesinos, quiere recuperar el timón de la derecha, que le arrebató su antiguo aprendiz Turgut Ozal. Necesita para ello que se retire el anatema militar que le prohíbe el ejercicio de toda actividad pública.

El partido de Erdal Inonu ha sucumbido en estos comicios a la llamada maldición Ecevit. El hombre que dirigió durante años, en olor de multitudes, a la izquierda moderada turca, exige que se le restauren sus derechos políticos, suprimidos al igual que los de Demirel. Pide su vuelta al frente de la socialdemocracia y la exclusión de sus actuales líderes, que se benefiaron, según él, del golpe y de la reestructuración de los partidos impuesta por los militares.

Izquierda Democrática, el partido tapadera que dirige la esposa de Ecevit, Ralisan, consiguió sólo un 8% de los votos, y es el gran responsable de que la izquierda, así dividida, haya obtenido pobres resultados. Bulent Ecevit, que ordenó en 1974 la invasión del norte de Chipre, acusa a Erdal Inonu de haberle arrebatado su partido. Muchos de los sencillos votantes de la Anatolia turca creen más en los apellidos que en los programas.