El juicio de Hasenfus comienza en Managua con una petición de 30 años de prisión

El comandante de la revolución y ministro del Interior de Nicaragua, Tomás Borge, aseguró que el norteamericano Eugene Hasenfus, de 45 años, contra quien se inició ayer en Managua un proceso ante los Tribunales Populares Antisomocistas (TPA) por transportar armas para los antisandinistas de la contra, tendrá más garantías legales que cualquier acusado, en EE UU. El ministro de Justicia nicaragüense, Rodrigo Reyes, afirmó ayer que había pedido una pena máxima de 30 años ,Para el acusado, según informaron esta madrugada (hora peninsular española) varias agencias de noticias.

El abogado.Enrique Sotelo, diputado conservador opuesto ál sandinismo, que estaba previsto como defensor de Hasenfus, declaré que se trata (te un juicio político, en el que "dos factores rnueven a los; sandinistas: la agiLación y la propaganda".F-1 comandante Tomás Borge, de paisano, famando su ya clásico - puro, comentó la noche del domingo con tres periodistas el piroceso que se abrió ayer en Managua contra Hasenfus, el primer ciudadano estadounidense capr turado por los sxridinistas. A la pregunta sobre las posibilidades de que Hasenflis tenga un juicio Justo, Borge respondió con otra pregunta: "¿Qué es más justo, quien trae las armas llenas de instrumentos de muerte para asesinar nicaragüenses o el juicio que le vamos a h!Lcer a un hombre portador de esas armas? ¿Qué pensaría si un avión nicaragQense trasladara armas a Estados Unidos y fuese derribado en Estados Unidos?".

A la objeción de que el prisionero Hasenfus no tuvo todos los derechos, Borge respondió que "ha tenido muchísimos más derechos de los que tiene cualquier enjuiciado en Estados Unidos. No me cabe la menor duda, y tendrá todas las posibilidades de defenderse, todas". Borge dijo que Hasenfus recibió las visitas de su esposa y del cónsul norteamericano, que le visitaría su abogado y que el proceso sería -público.

A la observación de este periódico de que "parece que de esos tribunales pocos salen a la calle", Borge respondió: "He dado instrucciones de que -a los elementos que son llevados a los tribunales se les aporten suficientes pruebas".El cuarto tripulanteBorge dijo también que ya tienen reconocido al cuarto tripulante del avión derribado, cuyo cadáver no había sido identificado en los primeros momentos. Anunció que publicará su identidad en lospróximos días, pero todavía no podía decir nada. A la pregunta de si se trataba de un nicaragüense, Borge respondió: "Es posible".Enrique Sotelo es un abogado nicaragüense con 27 años " e práctica, que dice haber defendido más de 100 casos ante los TPA. Sotelo ha sido mencionado en la Prensa sandinista como casi seguro defensor de Hasenfus. El abogado dijo que todavía no se consideraba como tal porque tenía que esperar el comienzo del proceso. Sólo al inicio del proceso el acusado le puede encargar la defensa. 'lo recibió al enviado de este periódico y comenzó por criticar la celeridad con que dio comienzo el proceso: "No veo la prisa que tienen ahora, cuando hay perso nas que están detenidas hace dos años y no les han formado juicio Yo tengo un caso que lleva espe rando 18 mesés". Sotelo negó ser .un allegado a la Embajada de Estados Unidos", tal como lo presentó el periódico oficialista E[Nuevo Diario. Sotelo dijo que el presidente de los TPA "es un sectario", que "echa discursos a los reos y les dice que la revolu ción es todavía demasiado magnánima con ellos".

Según Sotelo, los elemento de agitación y propaganda ya han comenzado a operar en el proceso de Hasenfus. El abogado tiene algo en común con su potencial defendido. Sotelo tambie1n pasó 14 días preso en la cárcel de El Chipote, en junio de 1984, cuando le acusaron de que quiería sacar del país a miembros de: los partidos de oposición y "yo ni siquiera tenía pasaporte". El abogado dijo que allí fue sometido a torturas psicológicas, cemo cuando le dijeron que su POLdre había muerto de un ataque cardiaco, lo que no era cierto.

El acusado Hasenfus puede ser condenado a una pena máxima de 30 años de cárcel. Sin emb2Lrgo, dirigentes sandinistas no habían excluido, la víspera' del proceso, la posibilidad de que la revolución se porte generosamente.