El precio de TVE

Uno de los objetivos que pretendía conseguir el PSOE con la llegada al ejercicio del poder político en 1982 se refería a la rentabilidad económica de las instituciones y empresas del sector público, al saneamiento.Cuatro años después, el ciudadano español comprueba que la única empresa saneada del círculo estatal es la televisión, tal vez la única que por su naturaleza informativa y cultural de servicio público nunca debe alcanzar ese objetivo, a noser que implícito se encuentre el de la manipulación. De todas formas, el artífice de la producción de beneficios ha sido el señor Calviño.

Pero ¿qué precio ha tenido y tiene que pagar el ciudadano español por ello? En mi personal opinión, el sometimiento obligado al implacable bombardeo de los anuncios publicitarios, hasta el exremo de haberse convertido las películas cinematográficas semanales en secuencias publicitarias, y los anuncios, en cine de medianoche paralelo. No obstante, en fechas recientes se ha pretendido sustituir el tecnicismo calviñista de la "mejor televisión española" por la inyección cultural pilarista. Pero el ciudadano todavía no ha percibido ni el trasvase ni el cambio. La ubicación y proliferación de anuncios resulta ya insoportable.

Si el relevo del señor Calviño tan sólo respondía a presiones políticas de la oposición parlamentaria, hemos de concluir, señores del PSOE, en que para este viaje no necesitábamos alforjas, ni camino, ni tan siquiera cambio.-