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Los estudiantes convocan protestas por la muerte de Malik Oussekine a manos de la policía

Lluís Bassets

La Coordinadora Nacional de los Estudiantes Franceses, las dos principales centrales sindicales obreras, CGT y CFDT, y la poderosa FEN (Federación de la Educación Nacional) han hecho un llamamiento a paros simbólicos de una hora y a expresiones de duelo para hoy, lunes, en protesta por las actuaciones de la fuerza pública, que ocasionaron heridas muy graves a dos bachilleres, el jueves, y la muerte de un estudiante de derecho, Malik Oussekine, el viernes, en París. Los sindicatos citados han convocado también para el próximo miércoles una gran manifestación cívica y una huelga general en defensa de la democracia y de las libertades.

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Los padres de los dos estudiantes heridos de gravedad han anunciado su intención de demandar a los mandos policiales que dieron orden de disparar las granadas lacrimógenas en tiro tenso, en vez de angular el tiro sobre los 45 grados, como señalan los reglamentos.La policía, entretanto prosigue la investigación para determinar las responsabilidades de la muerte de Oussekine, quien falleció después de ser apaleado y pisoteado por tres policías de las patrullas de motociclistas que disolvieron a los últimos manifestantes del viernes por la noche. Todas las versiones de los testigos de los hechos, vecinos de la calle donde se produjeron los incidentes, concuerdan en la brutalidad de la actuación policial.

Bernard Deleplace, presidente del sindicato mayoritario de la policía, declaró que "el tiro tenso está prohibido por nuestras instrucciones, y golpear a un manifestante en el suelo y sin defensa es deshonrarse a sí mismo". Añadió que "no se dirige a la policía como una campaña electoral" y, en una clara referencia a las infiltraciones de la extrema derecha en la policía, terminó afirmando: "No se debe estimular en nuestras filas la presencia de una minoría extremista que deshonra a la policía".

La Coordinadora Nacional de Estudiantes ha condenado, por otra parte, los actos de vandalismo realizados desde el jueves por la noche por grupos de incontrolados mezclados con los manifestantes. "Nada tienen que ver con nosotros", ha afirmado un portavoz de los estudiantes. En la noche del sábado al domingo, más de 20 automóviles fueron incendiados en las calles del Barrio Latino, durante las cinco horas de enfrentamientos entre provocadores y la fuerza pública, al término de la manifestación pacífica en protesta por la muerte de Mali Oussekine. En la manifestación se produjeron más de 50 heridos y 28 detenciones.

Provocadores e infiltrados

Son numerosos los testimonios de estudiantes, principalmente miembros de los servicios de orden universitarios, que expresan su impotencia ante la actuación de grupos más pequeños de individuos que se sitúan en la vanguardia de las manifestaciones con la única finalidad de provocar el enfrentamiento violento. En la manifestación del sábado era evidente la presencia de un reducidísimo grupo de personas que exhibieron retratos de Mao Zedong, y de otro que vendía la revista Cavale (Fuga), de una asociación que apoya a los presos del euroterrorismo (ETA, GRAPO, Fracción del Ejército Rojo y otros). En uno de sus panfletos, el grupo Cavale llama a "organizar sin vacilaciones ni escrúpulos la resistencia a las agresiones fascistas y policiales". Portavoces de la Coordinadora Nacional de Estudiantes no descartaban, por otra parte, la existencia de provocadores a sueldo de la policía.

Un destacado intelectual y profesor universitario subrayaba ayer a este periódico la impunidad con que los grupos vandálicos actuaron el sábado por la noche y la exhibición de restos de coches incendiados y escaparates destrozados que podía contemplarse el domingo por la mañana. En los incidentes de los días anteriores, las brigadas de limpieza de la ciudad retiraron inmediatamente todos los restos de las refriegas, de los que al día siguiente no quedaba ni rastro. Otro profesor universitario, integrado en la Coordinadora de Estudiantes, aseguraba que para el ala más dura del Gobierno, representada por el ministro del Interior Charles Pasqua, nada mejor que demostrar la incapacidad de los estudiantes para controlar su propio movimiento y para evitar la actuación de provocadores.

Un prestigioso grupo de abogados, médicos y magistrados ha formado una Comisión de Vigilancia de la Libertad Constitucional de Manifestación, con el objetivo de prestar su ayuda a todos los que hayan sido afectados en sus personas o bienes por la violencia desencadenada desde el jueves por la noche.

Aunque en los enfrentamientos del jueves por la noche parece probable y lógica la participación de jóvenes bachilleres y universitarios, todavía excitados por los ataques sufridos en los Inválidos y por la cerrazón del Gobierno a sus peticiones, los incidentes del sábado por la noche parecen ser obra de grupos de agitadores y de marginales, que aprovecharon el estado de agitación creado por la muerte del estudiante para comprometer a los jóvenes en enfrentamientos violentos. "Esta es la primera experiencia de toda una generación con la policía. Hasta ahora no sabían qué era la policía, ahora ya lo saben", aseguraba un profesor universitario en un comité de apoyo a los estudiantes.

El presidente de la República, François Mitterrand, que recibió al primer ministro, Jacques Chirac, a última hora del sábado, hizo saber que no estaba dispuesto a aceptar la violencia, en alusión tanto a las actuaciones policiales como a las provocaciones.

A esta condena a la violencia se sumó ayer Jacques Chirac, que también expresó su apoyo a los ministros del Interior y de la Seguridad, Charles Pasqua y Robert Pandraud, cuyas responsabilidades por las actuaciones policiales han pasado ahora al primer plano de la crisis.

Pesar de Chirac

Chirac y distintos portavoces de la Asamblea para la República (RPR) expresaron su pesar por la muerte de Oussekine en la fiesta del décimo aniversario de su partido, que quedó deslucida y eclipsada por los últimos acontecimientos. El RPR había organizado una gran fiesta a la americana, que debía terminar con una cena y un baile multitudinario, que fue suspendida en señal de luto.

Ayer por la mañana, esta vez según lo previsto, el RPR celebró su congreso extraordinario con motivo de su décimo aniversario. Charles Pasqua, quien pidió a los militantes que inicien la contraofensiva, afirmó que detrás de los estudiantes están los "profesionales de la desestabilización, izquierdistas y anarquistas de toda ralea y de todas las nacionalidades, los revanchistas que rechazan el veredicto del sufragio universal, los que manipulan y tergiversan la verdad a través de los medios de comunicación, los que quieren derribar en la calle al Gobierno y a las instituciones de la V República".

El ministro del Interior pidió a los militantes que estuvieran preparados para solicitar de los franceses "la defensa con nosotros de la democracia y de la República", en una clara evocación del llamamiento lanzado por los gaullistas en mayo de 1968 para expresar su apoyo al general Charles de Gaulle.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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