Intensa búsqueda de los 18 náufragos del carguero griego hundido frente a las costas de Baleares
Los 18 náufragos del carguero griego de bandera maltesa Kythera Star que desaparecieron en la madrugada del sábado, tras hundirse el barco frente a las costas de la isla de Mallorca, seguían sin ser localizados a media tarde de ayer, cuando los equipos de rescate suspendieron la búsqueda. Los dos únicos supervivientes, recogidos del mar el sábado, son el capitán del buque, Antonio Kastrolotis, de nacionalidad griega, y el marinero filipino Cirilo P. Llega.
El primero, fue conducido a Palma de Mallorca, y el segundo, a Barcelona. Ambos fueron dados de alta a las pocas horas de ingresar en los centros hospitalarios a los que fueron trasladados. Las tareas de rescate se reanudarán esta mañana con la participación de la fragata Santa María, navíos mercantes y un Aviocar del Servicia Aéreo de Rescate de la Armado, con base en Palma.La búsqueda sólo dio ayer como resultado la localización de una amplia mancha de aceite, que se supone pertenece al mercante siniestrado, a 45 millas al norte de Mallorca. Un portavoz de los equipos de rescate manifestó que habían sido localizados también tres botes salvavidas vacíos. Faltaba uno por encontrar, en el que existían leves esperanzas de que pudieran encontrarse algunos supervivientes.
El capitán del buque, que se hallaba bajo los efectos de un fuerte choque nervioso, afirmó en Palma: "Todo ocurrió en cinco minutos. La tripulación no pudo coger las balsas de salvamento y todos han muerto", informa Joan A. Caimarí. Kastrolotis desconfiaba totalmente que hoy se pueda rescatar con vida a alguno de los 18 náufragos, entre los que se encuentra su esposa, que le acompañaba en la travesía.
"Nadie pudo coger las balsas", repetía el capitán, quien añadió: "Yo tuve más suerte y por eso estoy vivo". Kastrolotis decía encontrarse "bien de cuerpo, pero con el corazón roto", y no se explicaba muy bien cómo sucedieron los hechos. "El mar estaba muy mal durante la noche", indicó, "con olas de ocho metros o más. Todo fue muy rápido; en cinco minutos el barco ya se había hundido. Primero se inclinó cinco grados, después diez y finalmente volcó".
El capitán, que, según sus propias palabras, estaba en el puente de mando al producirse el hundimiento, indicó que gran parte de los veinte tripulantes del carguero se encontraba en el momento del siniestro descansando en sus camarotes, donde les sorprendió la rapidez del hundimiento, aunque dijo que no podía precisarlo con exactitud.
Kastrolotis repetía nerviosamente: "Tuve suerte y pude coger una de las balsas, por eso me salvé. Los demás no tuvieron tanta suerte. Han muerto". El capitán dijo que se sintió terriblemente entristecido cuando, a su llegada a Palma de Mallorca, se le comunicó que, de las veinte personas que iban en el carguero, sólo habían sido rescatados él y un marinero.
El marinero filipino fue localizado por el buque de bandera soviética Josip Broz Tito, que le trasladó a Barcelona. Horas después la empresa consignataria se hizo cargo de él. El buque soviético había recibido la llamada de socorro del carguero griego a las 4.15 del sábado y localizó al superviviente sobre las once de la mañana del mismo día a unas 60 millas náuticas de Barcelona.
El Kythera Star, que cubría la ruta entre Barcelona y Chipre, transportaba un cargamento de hierro y tenía una capacidad de carga de 5.000 toneladas.
Pesquero incendiado
Por otra parte, el pesquero congelador español Vicente Barreiro, matriculado en Gijón, ha resultado totalmente destruido por un incendio que ha sufrido en las costas de Nigeria, según informa el programa Onda Pesquera de la cadena SER. En el incendio no resultó herido ninguno de los 19 tripulantes del pesquero.Los tripulantes del congelador, en su mayoría marineros procedentes de Galicia, aunque un buen número de ellos con residencia en Cádiz, han sido trasladados a Dakar (Senegal), desde donde esperan viajar a Las Palmas el próximo miércoles.
El armador, junto al patrón y el maquinista del barco, permanecerán unos días en Nigeria para arreglar los trámites y estudiar las causas del incendio, que todavía no han sido determinadas.
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