Hambre de noticias

La Declaración de Londres, firmada por periodistas de 34 países, sienta las bases para tratar de garantizar una información libre. Se podría decir que la acumulación de hechos y la declaración de intenciones son actividades relativamente sencillas. Sin embargo, la reunión del pasado fin de semana en Londres desarrolla planes que van más allá de las acostumbradas protestas y llamamientos.La Declaración propone un conjunto de acciones: la elaboración de una lista internacional de abogados especializados en procedimientos legales en materia de medios de comunicación; la creación de un fondo que sirva de apoyo para las acciones legales; el establecimiento de un teléfono rojo que registre las quejas de los periodistas sometidos a censura directa o indirecta; y la organización de un sistema de alerta para dar la señal de alarma sobre posible información preparada por los Gobiernos que sea considerada atentatoria contra la libertad de expresión.

La Declaración de Londres ha dejado claro que "se debe crear un ambiente en el que se reconozca a la censura como lo que es: una negación de los derechos humanos". Lo ocurrido en el África negra es una demostración de los resultados de la violación de esos derechos. El distinguido economista Amartya Sen ha hecho notar la dificultad de hacer coincidir en un país pobreza y una Prensa activa y libre. Ha llegado el momento de hacer llegar el mensaje.

21 de enero