Los socialistas portugueses, dispuestos a formar Gobierno tras caer Cavaco Silva

El secretario general del Partido Socialista portugués, Víctor Constancio, tras la caída del Gobierno del socialdemócrata Aníbal Cavaco Silva, está dispuesto a formar Gobierno "en ciertas condiciones y con el beneplácito del presidente de la República", el también socialista Mario Soares.

Soares, actualmente de visita oficial en Brasil, ha retrasado en dos semanas la dimisión constitucionalmente inmediata del Gobierno, después de ser aprobada el viernes por la noche una moción de censura presentada por el Partido Renovador Democrático (PRD), del ex presidente Antonio Ramalaho Eanes. Un total de 134 diputados (renovadores, comunistas y socialistas) votaron a favor de la moción, 108 (socialdemócratas y democristianos) en contra y uno se abstuvo.Para justificar su actitud, Soares invoca la necesidad de asegurar la normalidad gubernativa en vísperas de la visita oficial del presidente francés, François Mitterrand, que llegará a Lisboa mañana, y de permitir a Cavaco Silva viajar a Pekín el 11 de abril para firmar el acuerdo sobre Macao.

Mario Soares puede escoger entre tres soluciones: invitar de nuevo a Cavaco Silva a formar Gobierno; encargar este cometido a un dirigente de la oposición, papel que correspondería en primer lugar al partido socialista; y disolver el Parlamento, como lo exigen los socialdemócratas y toda la derecha, y convocar elecciones anticipadas.

El resultado del debate parlamentario era conocido de antemano. Cavaco Silva y su partido, después de desafiar a la oposición a "atreverse" a derrumbar al primer ministro "más popular que Portugal ha tenido desde 1974", anunciaron que el único "tribunal autorizado para juzgar la acción del Gobierno era el pueblo portugués a través de comicios a realizar antes del verano".

El Gobierno y Cavaco Silva aprovecharon el hemiciclo como base de lanzamiento para su campaña. Algunos miembros del Gobierno se excedieron en sus ataques al Parlamento en general y a los partidos de izquierda en particular, hasta el punto de provocar malestar entre los diputados del partido gubernamental.

El semanario Expresso, del ex primer ministro Pinto Balsemão, lamentaba ayer la "incontinencia verbal" de algunos ministros, cuyos insultos y arrogancia acabaron por provocar el resultado opuesto al pretendido.

"Elecciones, tal vez, plebiscito, nunca", afirmaba en los pasillos un dirigente socialista, y es en este sentido en el que Constancio recordaba, después del debate, que existen en el marco del actual Parlamento "varias soluciones posibles y tan legítimas como el Gobierno minoritario que Cavaco Silva presidió durante 16 meses".

Comunistas y reformadores han anunciado que apoyarán en el Parlamento un Gobierno presidido por los socialistas, y los primeros subrayan que no exigen siquiera una alianza de gobierno.