El Pacto de Varsovia quiere también reducir las fuerzas convencionales

El Pacto de Varsovia quiere también reducir las fuerzas convencionales en Europa, además de las fuerzas nucleares, declara el ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia, Bohuslav Chnoupek. "La OTAN aún no ha contestado a la propuesta del Pacto de Varsovia de que los mandos supremos de las dos alianzas se reúnan para discutir la idea, dice el ministro, quien ayer viajó a Sevilla para interesarse por la Expo 92, concluyendo una visita oficial de tres días a España.

Las negociaciones sobre desarme fueron abordadas con detalle en las entrevistas que mantuvo con el presidente del Gobierno, Felipe González, y el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. "La actitud española es muy positiva y realista. Se trata ahora de no condicionar el acuerdo sobre fuerzas, nucleares a otro sobre fuerzas convencionales. Creo que pueden resolverse por separado".Europa occidental, subraya el ministro checo, no debe temer que "vayamos a lanzar nuestros tanques" tan pronto como se logre un acuerdo sobre armas nucleares medias. y cortas, "como si el único propósito de los países socialistas fuese esperarles a ustedes con el cuchillo en la mano".

En este sentido, Chnoupek recalca que el comité consultivo del Pactó de Varsovia ha expresado en Budapest la disponibilidad de negociar la reducción y eventual supresión de las fuerzas convencionales en Europa, proponiendo contactos entre los mandos supremos de las dos alianzas militares.

"El propósito del bloque socialista es afianzar la paz", dice cuando se refiere a la oferta de Mijail Gorbachov de liquidar los arsenales nucleares de aquí al año 2000. Sobre la propuesta qué el dirigente soviético formuló el mes pasado durante su apoteósico viaje a Praga -desmantelamiento de las fuerzas nucleares intermedias y de los misiles de corto alcance en Europa-, el ministro es contundente: "Se trata de la primera propuesta realista [presentada hasta ahora] que tiene posibilidades de aceptarse. De conseguirse, supondría un giro trascendental y contribuiría a crear un nuevo ambiente".

El jefe de la diplomacia checa corta por lo sano las especulaciones de que la cúpula dirigente del Partido Comunista Checoslovaco no es entusiasta respecto a las reformas políticas de Gorbachov. "Hemos expresado nuestro total apoyo y es manifiesta la unidad de los países socialistas a esas reformas".

Acepta que existen algunas similitudes en lo que concierne a cuestiones económicas entre la perestroika de Gorbachov y la política reformista del que fuera líder comunista checo, Alexander Dubcek, aplastada bruscamente con la invasión soviética en agosto de 1968. Pero puntualiza: "Hay una diferencia fundamental: la concepción de la llamada primavera de Praga conducía a la liquidación del sistema socialista". Chnoupek excluye que Dubcek pueda ser readmitido en el partido, porque "no tenía preparación política, fue débil y se dejó instrumentar".