El déficit de caja del Estado a finales de junio era inferior en un 1,2% al del mismo período del año anterior
El déficit de caja del Estado se situó en 83 1.000 millones de pesetas a finales del primer semestre, un 1,2% menos que en el mismo período del año anterior, lo que permite estimar, según la mayor parte de los expertos, que se cumplirá el objetivo del Gobierno. Los ingresos del Estado crecieron a un ritmo del 26,2% en los seis primeros meses del año, mientras que los pagos lo hicieron a una tasa algo más moderada, el 20%, aunque muy por encima de las previsiones.
Crecimientos elevados
La evolución de las grandes magnitudes de la Administración central en el primer semestre de este año muestra elevados crecimientos que no parecen poner en peligro el objetivo de contención del déficit público en relación con el producto interior bruto. Otra cosa será lo que ocurra al final con el déficit total de las administraciones públicas, incluyendo a las locales y autonómicas, en las que en los últimos ejercicios se está produciendo un aumento mayor de los gastos sobre los ingresos.Los ingresos del Estado crecieron, hasta finales de junio, un 26,2%, mucho más de lo previsto en la ley de Presupuestos Generales del Estado para 1987, lo que viene a representar que la presión fiscal global viene aumentando ritmos mayores de los presupuestados, aunque ello no tiene por qué significar un aumento de la presión fiscal per cápita. Las retenciones a cuenta del impuesto sobre la renta de las personas fisicas (IRPF) han aumentado por encima del 20% en los seis primeros meses del año.
Para expertos ajenos al Ministerio de Economía y Hacienda, esta fuerte subida de los ingresos por retenciones sobre el IRPF tiene diversas explicaciones. Una parte de los mayores ingresos se debe a las revisiones salariales pactadas por convenio, que elevan de forma automática el volumen de retenciones. La subida media de los salarios, según estas fuentes, está situada en torno al 7%. Otra parte es imputable a que los incrementos salariales originan en algunos casos saltos en las escalas por las que se fija el porcentaje de retenciones que se debe aplicar a cada salario bruto.
Ello puede representar, según diversos cálculos, unos cinco puntos más.
Queda por explicar, por tanto, a qué se deben unos ocho puntos de aumento de los ingresos fiscales por renta. Hay dos explicaciones: afloramiento de trabajo que estaba en la economía sumergida o mayor creación de empleo de lo que vienen reflejando las cifras oficiales.
En cualquiera de los dos casos representaría una mejora, aunque ligera, de los niveles de empleo legales.
Motivos estacionales
Junto al fuerte aumento de los ingresos fiscales se está produciendo un paralelo incremento de los gastos del Estado, que a finales de junio era del 20% y que una semana después bajaron al 15%. por motivos estacionales. Todo ello representa que el nivel de equilibrio, medido por el volumen de déficit de caja, se mantiene dentro de las previsiones, aunque las cantidades de las que sale dicho déficit están muy por encima de lo previsto. Esta situación en sí misma no plantea especiales problemas, pero plantea dudas sobre el futuro en la medida en que no se puedan mantener los ritmos de ingresos fiscales teniendo en cuenta que es bastante más difícil contener los gastos públicos.Las necesidades de endeudamiento del Estado en los seis primeros meses, una cifra que suele ser superior a la de déficit de caja, han evolucionado de forma similar a lo que lo ha hecho este último.
A finales de junio las necesidades de endeudamiento estaban situadas en 938,000 millones de pesetas, mientras que un año antes rozaban los 950.000 millones de pesetas.
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