El sistema británico

La Policía Metropolitana londinense utiliza un avanzado sistema de pruebas psicológicas, conocido como Personal Construct Psychology (PCP), con el fin de poder descubrir a aquellos funcionarios que no son adecuados para ser entrenados en el uso de armas de fuego. Este método fue introducido tras una investigación interna ordenada en 1983, una vez que un hombre llamado Stephen Waldorf fuera disparado cinco veces al ser confundido con otra persona.

Según el sistema PCP, los funcionarios que dirigen los entrenamientos de policías disponen de criterios para evaluar las pautas de conducta de éstos, de forma que su valoración no se haga solamente en función de su habilidad a la hora de disparar o de un simple escrutinio de su personalidad.

El PCP fue desarrollado en Estados Unidos en los años cincuenta por John Porter, que en aquel momento era inspector jefe de la Policía Metropolitana, y a quien se le había pedido que investigase en la mejora de las técnicas de entrenamiento.

Porter se dedicó tan intensamente a su trabajo que abandonó la policía el año pasado para pasar a dirigir el centro británico especializado en el desarrollo del PCP. Este centro, situado en Londres, ofrece cursos de adiestramiento y seminarios sobre el PCP. Porter ha afirmado que el PCP ofrece una serie de perspectivas sobre el carácter de una persona que permiten emitir un juicio sobre su capacidad para llevar a cabo una determinada tarea.

Según Porter, "el PCP permite juzgar el carácter equilibrado o no de una persona, si es impulsiva o más bien de carácter reposado. La personalidad impulsiva es rechazada".

Todos los policías que solicitan entrenamiento con armas de fuego deben pasar las pruebas del PCP. Los que vayan a formar parte del cuerpo D-11, ahora llamado PT-17, pasan además por otra serie de pruebas sobre personalidad y utilización de armas de fuego. En enero, tras el caso Lovelock, la Policía Metropolitana anunció que introduciría mejoras en sus sistemas psicológicos de entrenamiento.

A nivel nacional, en el Reino Unido, los policías llevaron armas a lo largo del pasado año en 1.702 ocasiones, armas que fueron desenfundadas 141 veces, sin que se produjera ningún disparo. Sin embargo, se cometieron 2.184 delitos con armas de fuego en el mismo período.